En los últimos meses en los mentideros cofrades se ha hablado y escrito mucho sobre las opciones de la hermandad de Mediadora, una vez que sea admitida en la Agrupación, para bajar en procesión a la Catedral en una jornada y regresar en traslado en otro día, o viceversa, buscando un templo céntrico para encerrarse o salir en su caso.
Es algo novedoso ante una nueva realidad (gran distancia y Estación en la Catedral) con precedentes en otras ciudades, como los Gitanos de Granada.
Parece que hay consenso en que la distancia límite de una procesión de ida y vuelta con “tronos grandes” la pone Nueva Málaga o Humildad y Paciencia. A esos 6 km. más o menos, seguro que nuestro amigo Alejandro Marina nos da el dato al centímetro, (modo broma) hay que añadirle la Estación en la Catedral y la distancia que hay de Huelin al Ave María, de ida y vuelta más el obligado callejo por el barrio de las Delicias, esencia cofrade de Mediadora que en ningún caso puede obviar o pasar de puntillas.
En los foros cofrades se ha hablado de ello por activa y pasiva, estudiando los pros y contras, que los tiene, sobre todo el montaje/desmontaje contrarreloj y la dificultad de una segunda procesión de gran distancia.
Pues bien, aporto una sugerencia, que seguro será oída por la directiva y hermanos como otro dato a tener en cuenta en esta bendita historia. La idea, como dice el título, es usar la Catedral como lugar de relevo en el que salgan los nazarenos y portadores que así lo hayan establecido previamente, y entren en su relevo ot
ros nuevos, allí preparados.
Es decir, que en la cuaresma, los participantes en esta procesión tendrían tres opciones:
1.- Recorrido de ida.
2.- Recorrido de vuelta.
3.- Recorrido completo.
Todo ello, asesorado por la hermandad para evitar euforias que luego puedan salir mal.
Así creo que un joven o adulto bien preparado y concienciado es capaz de participar en una procesión 14 horas (con buena ingesta de líquido y alimento así como de alguna visita puntual al baño). El tema de los tronos lo vería más complicado, pero no así en un penitente de vela o bastón.
La clave radica en un relevo natural, con orden, en el que los del segundo turno puedan acompañar un tiempo la bajada de la procesión, y los del primer turno puedan cambiarse de ropa y acompañar, si lo desean al regreso.
¿Imposible? Creo que no. Claro está, con dos tronos la historia se complica, por lo que creo que habría que empezar procesionando sólo uno de ellos (como ahora) para intentar dar un salto cuantitativo con el tiempo, hecho que seguro se logra al ingresar en la Agrupación y tener una mayor repercusión mediática.
Por tanto, estaríamos ante una procesión histórica, que habría que preparar concienzudamente, compartiendo las vivencias de algunas cofradías andaluzas con recorridos de más de 12 horas, que haberlas haylas.
Por cierto, en el relevo también se incluirían los músicos, lo que lógicamente subiría el presupuesto, hecho que se podría afrontar con la subvención de la Agrupación.
Saludos.
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