Era la primera vez que visitaba Albacete, una ciudad a trasmano en el mapa, ya que como ellos dicen, ni son andaluces, ni murcianos, ni valencianos, ni manchegos. Ciudad moderna, bien comunicada y con casi 200 mil almas. No se preocupen en buscar el casco histórico, porque no lo hay, a lo sumo algunas edificaciones modernistas y una iglesia elevada a Catedral, junto con el rectángulo de un parque centenario y una plaza de toros a lo Guerrero Stranchan.
Y cómo no, comienza el radar a buscar cerámica devocional, y tras tres días de rastreo sólo encuentro un retablo cerámico, en concreto la patrona de la ciudad, la Virgen de los LLanos, en los altos de un palacete antiguo, reciclado en Camara de Comercio, en la céntrica calle Tesifonte Gallego.
Las cofradías se reparten entre la Catedral de San Juan y la iglesia de los franciscanos, donde tienen su sede el devocional Medinaceli y la Macarena, que casualmente se corona canónicamente el próximo 14 de diciembre.
Buena acogida de los amigos cofrades de Albacete que organizaron una charla coloquio para oir de primera mano cómo funciona la Semana Santa malagueña y el mundo cofrade a orillas del Mediterráneo. No salían de su asombro al oir hablar de las más de 20 mil sillas o de la repercusión mediática a nivel local, autonómico o nacional.
La charla fue muy fructífera y sobre todo llegaron a la conclusión de que los cofrades de Albacete tienen queponerse las pilas, crecer en autoestima, dar entrada a aire fresco de juventud y de la mujer, tener un compromiso caritativo organizado al modo de la Fundación Corinto, de la que tomaron buena nota, y convertirse en el referente cultural y vertebrador de la ciudad. El reto queda ahí, así como de que los retablos cerámicos proyecten las devociones en la vía pública, algo que hoy en día es inexistente.
Desde estas líneas, agradecer a Andrés Camino y a Fran de mipropiosentir, los libros y carteles que me cedieron para regalar en Albacete. Volaron, reconociendo los cofrades de Albacete la calidad de la revista la Saeta, o el alto nivel de los carteles editados.
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