martes, 11 de agosto de 2015

Una solución para calle Fresca. Artículo publicado en septiembre 2013.

Calle con encanto como pocas, este estrecha vía sita en el dédalo oeste de calle Larios  en su confluencia con el Palacio del Obispo, es de las únicas que conserva el casi extinto enchinado decorativo en su pavimiento, con un juego de dibujos sinuosos que se combina con parte de adoquinado.
Sin embargo esta vía, que podría ser todo un reclamo turístico y comercial, es un auténtico estercolero por tres motivos de fácil solución. En primer lugar, en ella se hallan media docena de contenedores de basura de plástico, en el cual sueltan sus restos los distintos bares del entorno, porque los vecinos se pueden contar con los dedos de una mano.  La segunda pega son los eternos grafitis y pintadas de la misma, tanto en paredes como puertas; y el tercer inconveniente es el endémico olor a orines,  fruto de que los contenedores invitan a  algunos a aliviarse en los recodos que dejan con la pared.
Ayer conversaba con los empleados de la limpieza de la calle, que se resignaban ante el hecho de la dificultad de limpiar con unos contenedores, que están de más en una vía tan estrecha.
¿Solución?  Bien fácil, quitar los contenedores de Fresca y que los comercios de la zona (habitualmente con basura de restos de alimientos) se desplacen andando no más de 100 metros a otros puntos. Es lo mismo que tengo que hacer yo para reciclar vidrio, papel o plástico, ya que es muy cómodo tener la basura a un tiro de piedra pero que no esté en tu puerta. Estos mismos comerciantes saldrían ganando ya que aumentaría el número de personas que pasan transitan por la vía y seguramente recaudarían más.
El tema de las pintadas es similar, con un empecinamiento diario en retirarlas, y las aguas menores, finalmente, con vigilancia y cámaras que sanciones a los guarros de turno.
A ver si Fresca con estas pequeñas iniciativas se convierte en lugar de paso, visita turística y ganamos un rincón más para nuestra ciudad.  Ahí queda la sugerencia. Ah y gracias a los empleados del Servicio de Limpieza por su amabilidad, informándome de lo cercano de los otros puntos para depositar basura.  Igual que un coche no puede transitar por Fresca, que tampoco se pueda depositar basura, eso sin olvidar el peligro de la estrechez de los contenedores en una emergencia, o un posible incendio junto al cercano Palacio Episcopal.

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