Un año más se acerca la festividad de la Patrona de Málaga, Santa María de la Victoria. Estos días se celebra la novena, que culminará el domingo con la procesión desde la Catedral hasta su Santuario. En los jardines del Sagrario de la Catedral se erige una escultura en piedra la Patrona realizada por el artista Suso de Marcos, y a sus pies un camino para que se acerque el devoto con una heráldica en azulejos del horno del taller de Pablo Romero. El escudo es el de la ciudad de Málaga, donde la Virgen de la Victoria se ve acompañada de los Patronos Ciriaco y Paula, en una nube celeste frente al contraste terreno de la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro, junto al mar Mediterráneo.
La idea es loable, pero no así la ubicación del mural vidriado ya que con las pisadas de miles de personas ha ido resquebrajándose y finalmente rompiéndose en algunos de sus azulejos. Del total de 30 piezas del mosaico de 75 x 90 cm faltan 8 unidades, provocando un aspecto de dejadez y abandono que se acentúa con el paso del tiempo y que se agrava cuando es fotografiado por centenares de turistas que todos los días pasan por alli.
¿Solución?
Bien fácil y barata en relación al beneficio que se puede obtener: Retirar todo los azulejos, reponer las piezas que faltan y colocarlo en uno de los laterales del pedestal que soporta la imagen ya que su reposición en el suelo peligra que vuelva a ocurrir lo mismo. Espero que este 8 de septiembre sea el último con el escudo roto. Que tomen nota en Alcaldía, la Hermandad y en el Cabildo Catedralicio. Que unos por otros, la casa sin barrer.
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