Mena: Posibles peligros de seguridad y problemas de orden público.

Cabildo veraniego en Mena donde por unanimidad la Congregación se hace el harakiri sin anestesia. Sin duda, un error garrafal y unánime que pasará a los libros de historia local, siendo un punto de inflexión en la magnífica gestión de una directiva dirigida por  Antonio de la Morena, con unos años para recordar con Aniversarios, Coronación Canónica, mejoras de todo tipo y hasta una nueva banda de música, entre otros muchos aciertos.

Nadie duda, faltaría más, de la legalidad de un cabildo (hasta ahí podíamos llegar), pero el error es tremendo, brutal. Lo que más duele es el truco o trato de proponer a los hermanos entre una opción nefasta y otra horrorosa. Lógicamente se han quedan con la que es menos dolorosa porque acaba menos tarde.

Y me explico:

Según comentan el cabildo ha barajado y votado a partir de la premisa del cambio ya consumado de RO. Es decir que en ningún momento la cofradía ha tenido la opción de analizar  en profundidad con sus hermanos la posibilidad de mantener el actual recorrido, que como bien es sabido por todos tiene un gran margen de mejora y especialmente el Jueves Santo funciona perfectamente. O sea, la directiva de Mena ha digerido la falaz afirmación de que el RO de toda la vida está agotado. Han comprado una mercancía averiada. Lógicamente al partir de una premisa errónea todo lo posterior es negativo y va cuesta abajo y sin frenos. Por tanto, pese a su legalidad, todo viene ya cocinado de antemano.

Y entramos en materia, especialmente para que los congregantes comprendan el garrafal error que pueden cometer:

En el mapa de más abajo ven la comparativa por el centro histórico de la procesión de Mena de 2018 (rojo) y el pretendido cambio para 2019 (amarillo)


1.- El prime time del Jueves Santo entre las 8 y las 11 de la noche es el horario donde más público se agolpa en el centro de Málaga quizá durante la Semana Santa y puede que durante todo el año. Gran parte de esa marea humana no es cofrade ni lo pretende ni le interesa e incluso muchos desconocen el dédalo del laberinto de la ciudad y no saben moverse por ella. Menos aún conocen las vías de escape en previsión de carreras o una avalancha o la posibilidad de cualquier tipo de altercado. Primer dato para echarse a temblar.

2.- La procesión de Mena se encontró en el casco histórico en 2018 durante 2.262 metros (línea roja) de los cuales estuvieron acotados por ser zona de pago aproximadamente 850 metros, o sea un 37 % de la distancia está en zona privada y por tanto un 63 % de las calles está en zona libre (datos aproximados)

Con el recorrido pretendido para 2019, la procesión de Mena estará en la almendra histórica una distancia de 2.643 metros, con un sonrojante cambio de proporción entre las zonas libres y acotadas.

Así en zona privada estaría unos 1.180 metros, o lo que es lo mismo el  44 % de las calles por las que pasa, y en zona libre estaría un 56 %.

Para colmo, la proporción empeora en beneficio de la privatización de la hermandad si a ello le sumamos las lógicas medidas de seguridad en la ratonera Especería-Cisneros (tanto a la ida como a la vuelta), en la zona de la plaza del Obispo (final del pretendido RO) y en el paso de regreso por la plaza de la Constitución, lógicamente tomada y acordonada por seguridad policial, privada y militar por la lógica asistencia de autoridades en la tribuna principal en una jornada tan señalada.

Por tanto, me permito afirmar en base a cifras concretas que con un nuevo RO la procesión de Mena sería más privada que pública en el centro histórico de Málaga. La proporción podría llegar, de manera  directa o indirecta a un 35 % de libre para el público y un 65 % de dificil o imposible acceso.

En este mapa pueden ver una comparativa de los dos recorridos. Las diferencias son bochornosas. Además,  las combinaciones de vías de escape, especialmente para la zona norte son mucho mayores en el trayecto rojo que en el amarillo. En especial hay vías estratégicas como Ollerías, Dos Aceras o Postigo de Arance que pierden parte de su efectividad ante imprevistos o simplemente como retirada natural de las personas a sus barrios de origen.

3.- Y esta privatización desmesurada, mala por naturaleza ya que va contra la esencia de popularidad y libre acceso de las hermandades, tiene su cénit en la supresión de ciertas calles o de la mítica tribuna de los pobres, por las que históricamente ha pasado la Congregación en las últimas siete décadas como mínimo. Así varias generaciones de malagueños y visitantes han visto en directo o por tv, o bien no han visto pero saben en su imaginario que Mena sale al atardecer, entra en la zona acotada anocheciendo y es libre para la gente desde el Café Madrid hasta su encierro.

La gente sabe o intuye que o bien puede verla libremente antes de entrar en la Alameda a primera hora de la tarde o bien tiene más horas para verla de regreso. Esto está en el ADN malagueño. 

Por tanto se juega al despiste con 3 centenares de miles de personas, hecho que generará unos movimientos de masas de difícil predicción y que aumentarán en mucho las posibilidades de avalanchas, mareos, altercados, delitos, agobios, pérdidas de menores de edad, etc. en una jornada ya de por sí complicada en una sociedad global siempre alerta por las posibles amenazas terroristas. Sería interesante un informe serio e independiente de todo esto ya se esto supera el ámbito cofrade.

4.- Y el tema de las curvas y maniobras de los tronos daría para otra reflexión. La peculiaridad de una comitiva que incluye un más centenar de personas desfilando marcialmente así como dos bandas de música requiere un recorrido lo más recto y amplio posible.

Recuerde que se trata de militares profesionales, Legión y Armada,  (no son figurantes) que participan con su armamento reglamentario y con una disciplica jerárquica, y que requieren unas medidas de seguridad y un protocolo en casos de imprevistos, donde estas personas no actuarían al modo común de los ciudadanos se salir huyendo, como en las famosas estampidas de la madrugada de Sevilla o la que ocurrió el Lunes Santo en Málaga.

Así en 2018 Mena realizó en la zona del centro unas 7 curvas, a saber (doble curva de Granada, Tejón, Carretería, Puerta Nueva, Sebastián Souvirón, Arriola y Prim).

Con el nuevo recorrido por el centro las curvas crecen de una manera exponencial. A saber serían la curva de Cisneros, Plaza, Martínez, Torregorda, Marina, Císter, doble curva de Duque, plaza Constitución, Especería, Sebastián Souvirón, Arriola y Prim. En total doce curvas.

O sea, casi se dobla el número de maniobras algo que lógicamente ralentiza el ritmo de avance, va en detrimento de la espectacularidad del desfile de los militares y sobre todo merma el buen discurrir del cortejo, que transitará en un entorno atestado de personas muchas de ellas despistadas o descolocadas.

El caos puede ser total. Aparte, no olvidemos que de este tema hablamos unos frikis en pleno verano y a lo sumo los que lean Sur. La inmensa mayoría de malagueños y los visitantes se enterarán de esta historia justo cuando estén metidos en pleno cogollo el próximo Jueves Santo, si no tiene arreglo antes, claro.

5.- Cuestión aparte es el efecto pescadilla que trae el nuevo recorrido. El peligroso círculo que empieza en la plaza de la Constitución y termina dos horas y media después en el mismo lugar, situación inédita y ante todo imprevisible, puede generar en la cruz-guía de Mena un parón de tiempo a la espera de que la Plaza quede expedita tras el paso del último músico de la banda de música de la Esperanza. Cualquier retraso de las cofradías que vayan tras Mena generará un caos en progresión geométrica.

Por ejemplo, piensen en la cruz-guía parada en c/ Granada 1 en sentido hacia la Plaza. Toda la calle Granada estaría poblada de nazarenos de la sección del Cristo de la Buena Muerte. El trono del Señor estaría, más o menos por la plaza del Siglo. A ello, súmenle la presencia militar, luego los nazarenos de la Virgen de la Soledad (como mínimo en Duque de la Victoria) y tras ellos (teniendo en cuenta que es una corporación con un crecimiento natural de penitentes en los últimos años) estaría el trono de la Virgen y la banda de música por la zona del Sagrario, Molina Lario y Plaza del Obispo. En total desde Granada 1 hasta la fachada de la Catedral hay una distancia procesional de  459 metros. O sea, cuando la Soledad hubiese salido del RO, la cruz-guía de la Congregación estaría casi llegado a calle Granada. Un auténtico despropósito. Véanlo en este mapa.

Pero el desastre es aún mayor ya que la propia peculiaridad del cortejo de Mena, la forma de desfilar los militares y el ritmo que proporciona su celebérrima composición musical al caminar del trono, bien es sabido que invita a un ritmo rápido de avance del Cristo y sobre todo invita a ganar metros con facilidad. Todo esto, con el nuevo recorrido se va directamente al traste. Un auténtico desastre. Así, muchas veces la marcha sonaría con el trono sin poder avanzar o en un interminable parón.

Alguno podría tener la tentación de intentar aumentar el recorrido, por ejemplo por Postigo de los Abades, Císter, etc.  Ello no sería una solución ya que podría afectar a las corporaciones que viniesen detrás. Todo está cogido con alfileres.


6.- Me comentan otros cofrades del efecto colateral de la reducción del espacio de influencia de Mena y cómo esto podría afectar a un mejor procesionar, con público más cofrade, en el entorno de la Catedral. Así la calidad de ver Viñeros, Santa Cruz, Cena o Misericordia en horario de 8 a 11 de la noche irá en detrimento por la influencia de la marea de Mena y sus legionarios. La Catedral dejará de ser un remanso de paz, auténtica riqueza de Málaga como contraste y contrapunto estético frente a otros entornos más castizos o populares.

7.- Así, que Mena suba hasta Carretería genera un desplazamiento de miles de personas (incluido los del parchís) hacia el arco de la antigua muralla, que ahora esperarán en Cisneros o generarán un altercado intentando colarse en la trasera de la tribuna. Mejor no andar por allí a esa hora y menos con niños. Cisneros, plaza Camas, o Arriola prometen emociones fuertes en el regreso. Hasta 2018 era la mejor zona para disfrutar de los tronos, de las insignias o del elegante caminar nazareno o del marcial desfile militar de legionarios o de la Armada. Ahora en el casco histórico ver Mena se hace, parafraseando a la película, una misión imposible.


8.- Lógicamente también hay que acordarse de los integrantes del cortejo de Mena: niños, jóvenes y adultos, a los que hay que sumar los familiares que acompañan o visitan brevemente a los penitentes o portadores, y sobre todo, los sacrificados músicos. Por lógica será una procesión molesta para ellos, (que ya lo es a ciertas horas) e incluso la comisión externa tendría muy difícil moverse por zonas comunes con público (algunos conflictivos) pese a llevar una acreditación.

9.- Y todo este cúmulo de males, teniendo en cuenta un día soledado. Como haya previsión de lluvia o empiece a chispear o llover a mitad de camino, apaga y vámonos. Un ejemplo. Imaginen que comienza un aguacero (Dios no lo quiera) con el trono de Buena Muerte en Císter y el de la Virgen bajo un privilegiado balcón de un hotel de 4 estrellas en Molina Lario.  ¿Qué hacen? ¿Para donde tiran si la Marina y Larios está ocupada por el siguiente cortejo? Están totalmente encajonados y tampoco pueden avanzar porque la Plaza también está ocupada. Estadísticamente en 10 años puede pasar algo así. Mejor ni pensarlo.

En la actualidad, con el RO de siempre, existen algunas válvulas de escape, como Martínez, Especería-Cisneros (mejorable con la adaptación de la tribuna), Strachan o el arco de Carretería y los pasillos.


10.- Y todo puede empeorar más aún. Las declaraciones que intentan consolar a la gente con un desfile improvisado de los legionarios por Carretería por la mañana, va, de entrada, en contra del buen discurrir del tráfico rodado en un día tan señalado, que bastante ya se corta por el desfile desde el puerto a Santo Domingo.  No sólo se corta el tráfico por la tarde-noche, sino que también se aumenta el corte por la mañana.

Pero lo peor de todo es la falta de respeto (permítaseme la expresión sin ninguna acritud) que supone disociar al Cristo de sus caballeros legionarios, ya que son una realidad indisoluble. La gente, cofrade o no, no quiere ver la legión en Carretería como premio de consolación, sino que quiere disfrutar del Crucificado de Palma bajando por dicha calle a los sones del Novio de la Muerte en horario nocturno. La diferencia es abismal, casi obscena. Recuerda al decorado de cartón piedra de una película.


11.- Por tanto, y como conclusión, Mena está a tiempo de corregir tamaño error, por el bien de la propia Congregación, por el natural crecimiento de las filas de nazarenos, por la expansión de la devoción de sus titulares (recientemente se ha forjado una filial de la Soledad en Filipinas), por el bien del Jueves Santo, de la Semana Santa, de la ciudad en general, y sobre todo para evitar problemas mayores, algunos quizá ni los hemos previsto, que actualmente se están solventando con las últimas medidas que se han tomado en Carretería.

Sería interesante leer un informe de seguridad de la Legión y la Marina sobre cuál recorrido es más seguro. Creo que sus conclusiones pueden ser definitivas en favor del RO de toda la vida.


Apelo al sentido común. Esta decisión, como otras que me temo que se ratifiquen en otros días, me dan la razón a un querido cofrade que afirma que Málaga echa de menos la visión de dos personajes irrepetible como son Jesús Castellanos y Antonio Garrido, que tanto montan, que seguro se echarían las manos a la cabeza ante tanto despropósito.

Rectificar es de sabios, y Mena es una corporación sabia.


PD. Una vez más dejo claro que este artículo está redactado desde el respeto a las personas y las instituciones y con un claro animo constructivo, quedando a disposición de los cofrades en general o de los congregantes en particular para aclarar cualquier aspecto de los múltiples datos aportados en el mismo.


Firmado. Jose Manuel Leiva Pérez. En Málaga a 19 de julio de 2018, festividad de Santa Justa.