martes, 30 de noviembre de 2021

Salud con los Campanilleros.

 


Virgen de la Salud, saliendo del Patio de los Naranjos de Córdoba.

 


Remedios en calle Nosquera.

 


Remedios en calle Santa Lucía.


 

Remedios en Arco de la Cabeza.

 


Remedios en plazuela Virgen de las Penas.

 


Remedios en calle Fajardo.

 


lunes, 29 de noviembre de 2021

Salud en el Patio de los Naranjos de Córdoba.

 


Remedios en Fernán González.

 


Inicio del Rosario de la Virgen de los Remedios.

 


Video de Remedios de Vélez, girando en calle las Tiendas.

 


Video de la Paloma en la doble curva.

 


La Paloma por Plaza de la Constitución y Granada.

 



miércoles, 17 de noviembre de 2021

Paloma en Plaza de la Marina.

 


Paloma en calle Alcazabilla.

 


Esperanza en Llano de la Trinidad.

 


Dolores Coronada, ante Ayuntamiento.

 


Video del Sepulcro en calle Guillén Sotelo.

 


2 vídeos de Descendimiento por Guillén Sotelo.

 



martes, 2 de noviembre de 2021

Gitanos, ante Atarazanas.

 


Rescate, desde la Alcazaba.

 


Mena por el Ayuntamiento.

 


El Recorrido Oficial (RO) del 2022.

 Una vez digeridas en parte las sensaciones y novedades de la procesión Magna, me permito compartirles, con espíritu respetuoso y constructivo hacia la centenaria Agrupación, algunas consideraciones sobre las nuevas variables que se nos abren para el RO de las procesiones de Semana Santa. Obviamente, el trayecto del pasado sábado fue una excepcionalidad pero aporta nuevas variables en el tablero del callejero cofrade malagueño. Fue un experimento puntual del que se pueden sacar muchas conclusiones.

Obviamente es muy fácil ver los toros desde la barrera y las sensaciones, muchas de ellas complicadas, que se vivieron en los tronos y cortejos del pasado sábado, deben servir de reflexión, más aún con la perspectiva de las próximas décadas y la crisis que podría acecharnos, motivada por muchos factores como la baja natalidad, el difícil relevo generacional,  la virtualidad que conlleva la no presencialidad, la falta de compromiso de parte de la juventud, la disminución exponencial del número de bautizados, la despoblación del centro y barrios limítrofes, la propia pandemia, y así sucesivamente. 

Málaga es una ciudad cosmopolita y que late a golpes de cambios, donde subsisten tradiciones seculares como la de la Semana Santa. Así, resurgen, aparecen y desaparecen edificios y hoteles. La decadente Equitativa es ahora un flamante conjunto hotelero que ha dado a la plaza de la Marina una nueva impronta; la Alameda es un espacio moderno, con sus matices, que acoge un conjunto escultórico del Marqués de Larios desubicado de su posición inicial; la ronda de la muralla que es Carretería se encuentra en obras, incluida su tribuna de los pobres, y se intuye como un entorno revitalizado; las obras del metro parece que algún día tendrán fin y nos recuperan el espacio de la avenida de Andalucía;  la ciudad está de moda en todos los aspectos y por doquier hay nuevas ofertas hoteleras, incluido algún monstruo a orillas del río donde estaba el edificio de la Mundial. Los cruceros aparcan en fila en el puerto y somos una urbe referente cualquier fin de semana o puente. Ahora tocan las luces navideñas, y así sucesivamente. 



Quizá el mayor inconveniente es que la almendra del centro padece un continuo proceso de despoblación, por lo que llegará el día en que los cortejos discurran por zonas donde apenas vivan malagueños, un espacio de apartamentos turísticos, franquicias, hoteles y población flotante y desarraigada . Por tanto, un parque temático cultural y gastronómico. Como vimos el pasado sábado en Málaga pocos residentes ven pasar las procesiones desde sus balcones.

Todo muta y el RO cambió en 2019 tras casi un siglo de un trayecto consolidado, grabado a fuego en el imaginario popular, todo ello motivado entre otras cuestiones por las interminables obras del metro, que afectaron a la Alameda, perdiéndose el aforo en ambas aceras de 160 de los 380 metros que mide aproximadamente desde la entrada hasta la estatua del Marqués.

 Ese cambio necesario condicionó un RO que no pudo verificarse completamente, por la lluvia, y que nos trajo la grata e histórica novedad del uso de dos puertas en la Catedral. Ese trayecto, del que tanto se ha hablado por activa y por pasiva,  cuenta con unos 1.200 metros y 5 curvas, frente al anterior de unos 850 metros y una sola curva.

La terminación de las obras del metro y la reforma de la Alameda coloca una nueva pieza en este puzle ya que la Alameda, la milla de oro de las procesiones, vuelve a poder ser transitada totalmente por los cortejos, como vimos el pasado sábado. Y digo milla de oro porque tiene 4 características que la hacen un escenario único para un recorrido acotado:

1.- Homogeneidad arbórea, urbanística y sonora.

2.- Espacio suficiente para la convivencia del público sentado con público libre tras las sillas. En ella varias generaciones han crecido desde pequeños viendo llegar los tronos. Siempre ha sido de puertas abiertas de la gente que bajaba de los barrios, familias enteras que detrás de las sillas se han hecho cofrade, y seguramente muchos de los que llenamos varales o las filas de nazarenos tenemos los primeros recuerdos entre sus ficus, y como símbolo la cartela del trono de la Sangre donde se ven unos niños apostados en una de las inmensas ramas.

3.- Fácil accesibilidad tanto para cortejos como para personas, y por tanto, fácil evacuación en caso necesario de urgencia. 

4.- Cómoda convivencia con el tráfico rodado por las mañanas o con el comercio a cualquier hora del día, ya que los cortejos apenas interfieren en la apertura de los mismos. Asimismo es espacio ideal para la venta ambulante cofrade.



Por tanto, sí o sí, no es negociable, para 2022 la Alameda debe ser usada procesionalmente en toda su longitud, en sus 540 metros, desde la leve bajada desde el Puente de Tetuán hasta la estatua del Marqués, y por lo tanto si queremos mantener el trazado del RO de 2019 éste debe ampliarse en 320 metros más, quedando así en una distancia total de unos 1.500 metros, por lo que manteniendo sus 5 curvas debería ser ampliado por Hoyo de Esparteros y calle Ordóñez hasta el principio de la Alameda, suprimiendo, por tanto, su paso por Torregorda.

Así, el RO de 2019 queda superado al haberse solventado el problema principal (las obras del Metro) y por tanto nos encontramos con dos opciones:

OPCION 1.- Recuperar el recorrido de 2018 de 850 metros con una sola curva. 





OPCION 2.- Ampliar el recorrido de 2019 de 1.500 metros y 5 curvas.



O sea, una diferencia aproximada de 650 metros a lo que se le une el añadido de tiempo en cada una de las 5 maniobras.

Como es lógico cada una de estas opciones condiciona un aforo mayor o menor, en base a diversas circunstancias que superan este análisis. 



Pero si fuese poco la novedad de la recuperación de la Alameda, alguien ha tenido la feliz idea de optar por un recorrido novedoso para la Magna, que fotografías inéditas aparte, deja 3 nuevas variables que podrían influir en el tablero del futuro RO.

1.- La existencia de una zona acotada transparente desde el exterior, con la total desaparición de barreras visuales como tribunas, tribunitas o palcos. El pasado sábado pudimos presumir ante toda España de que ofrecimos un recorrido de puertas abiertas, hospitalario, como reza nuestro escudo, para todo aquél visitante o para los 300.000 malagueños de la capital o la provincia que bajaron a ver la procesión. 

2.- La liberación de la plaza de la Constitución y calle Larios por primera vez en 100 años de historia de ser una zona acotada para sillas. Lo denominé la democratización de la calle. El resultado más que óptimo fue sencillamente espectacular, a lo que se le unió la imagen onírica del arco efímero prenavideño. Las imágenes quedan para la historia.

3.- La incorporación histórica del paseo central del Parque de Málaga, hasta el Ayuntamiento, y el regreso hacia el entorno de la Catedral por el clásico ABC, Ayuntamiento, Banco de España, Correos (ahora rectorado), por tanto ABR 



El análisis facilón invitaría a pedir que el recorrido del 22 fuese como el de la Magna, pero esa no es la cuestión. Analicemos algunas variables:

1.- La línea recta desde la Alameda al paso de peatones del Ayuntamiento mide aproximadamente 1000 m o sea, que ese hipotético RO seria 150 m más largo que el de 2018 pero 500 m más corto que el de 2019 ampliado con toda la Alameda. 

2.- La velocidad de paso desde el inicio al final del RO sería más rápida en el caso de la línea recta ya que no hay parones para enfilar las 5 curvas.

3.- El entorno Catedral sería beneficiado sobremanera, ya que la Estación no sería una continuidad del RO, como en 2019, sino que habría un espacio intermedio entre ambos escenarios que iría en favor del recogimiento, y no solo sonoro, que necesita el entorno. 

4.- Otras cuestiones obvias son la peor calidad sonora del Parque o el frío (no mayor al de la Marina o Molina Lario, por cierto) y la eterna línea recta que supondría, que aunque es óptima desde el punto de vista de seguridad, movilidad y evacuación en caso de urgencia, proporciona estampas increíbles pero obvia la estética de las curvas y puede producir un desgaste psicológico en los portadores.

5.- Asimismo entra en escena una calle que en pocos años seguro adquiriría el referente de épica para los tronos, como lo es Casapalma o Dos Aceras. Se trata de la Travesía del Pintor Nogales, que une el Parque con la Plaza de la Aduana, sin duda un entorno único, entre museos, alcazabas, teatros romanos, y jardines, además de contar con dobles y hasta triples alturas para visiones cenitales.


El Parque, como nuevo factor a tener en cuenta, consideraciones estéticas o simbólicas aparte, daría opción a generar una opción de aforo que pudiese liberar las centenarias sillas de Larios y la tribuna de la Plaza. 

Pero claro, aquí está la cuestión fundamental. ¿Estaría la Agrupación dispuesta a levantar a los abonados de Larios? ¿Estaría dispuesta, aún más, a crear un solo tipo de localidad a pie de asfalto en diversas filas entre la Alameda y el Parque, suprimiendo por tanto la tribuna oficial?  

Obviamente la decisión tendría su desgaste, pero por otro lado iría en beneficio, y mucho, de la gran masa de malagueños y turistas que bajamos y no tenemos sillas. Y no olvidemos que una mayor accesibilidad y facilidad para ver los cortejos es directamente proporcional a las posibilidades que los niños se enganchen al mundo cofrade. El turista nórdico no se va a meter en el manto de Gran Perdón, pero un vecino de la Paz o Campanillas, quizá sí.

Un pequeño inciso. Hablando con un amigo cofrade y ex hermano mayor reconocía días atrás en una tertulia, cómo las 41 hermandades agrupadas se han acostumbrado al sistema de financiación por abono de las sillas. Algo seguro pero que ha temblado con la pandemia. Como decía, si queremos la Semana Santa que tenemos, además de sus flamantes casas-hermandad, hay que asumir colocar unas 20 mil sillas en las calles y eso necesita un espacio fijo.  

Otro análisis para el debate es si el usuario de sillas cambiará en las próximas décadas, y si seguirá siendo el modelo familiar "de toda la vida" o incluirá alquileres diarios o incluso de media jornada de turismo nacional e internacional. Recuerdo, como anécdota, en la plaza de las Ventas de Madrid se retiran los turistas japoneses tras el tercer toro. No creo que un finlandés aguantara sentado un Miércoles Santo desde Mediadora hasta Expiración, de ahí la necesidad de ofertar nuevos paquetes culturales cofrades pensando en ese tipo de público.





La combinación de las variables de incluir el Parque y liberar Larios proporciona dos opciones (la 3 y la 4) que no condicionan la llegada hasta la altura del Ayuntamiento.


OPCION 3. RO desde la Alameda hasta Cortina del Muelle, altura estatua Herrera Oria (750 m) o hasta Plaza de la Aduana, esquina Císter (850 m). Se trataría de un entorno más abrigado que el del centro del Parque, con una distancia asumible y homogénea, que tiene como salida hacia la Catedral bien Postigo de los Abades en el primer caso o bien la calle Císter en el segundo caso. De ello también dependería la orientación de la rampa.




OPCION 4. RO desde la Alameda hasta el paso de peatones del Rectorado en el Parque (920 m), buscando la Catedral a través de la calle Juan Luis Peralta y la Travesía del Pintor Nogales.





Sin duda, y como conclusión, un tema apasionante, en el que han surgido nuevas variables y que nos hacen mirar con optimismo nuestra oferta procesional para el segundo cuarto del siglo XXI.

La cuestión del RO queda abierta por la recuperación de la Alameda. No es sólo una cuestión de aforos. Nos va el futuro en ello, y quizá sean convenientes para la postpandemia los espacios más abiertos. 

To be continued.

Jose Manuel Leiva Pérez.