domingo, 16 de agosto de 2015

Viacrucis del Nazareno de la Llaga en el hombro. (Artículo de marzo 2014)

Después de tener que padecer a un grupo vociferante de una despedida de soltero, la mitad de ellos borrachos, y con una patética representación de Cristo cargando con la Cruz, ya pasado el carnaval, y sobre todo a un grupo de activistas abortistas (que “moerno” suena el concepto) que me cuentan que injuriaron, blasfemaron y seguramente traspason el límete que determina en Código Civil  en la plaza del Obispo, con su manía persecutoria contra la Iglesia Católica, y la nula crítica al Islam, donde en algunos países las mujeres son tratadas como auténtica basura (seguro que no van a manisfestarse a la mezquita, admito apuestas), pues eso, que tras estos dos patéticos actos, legales (aunque el de los borrachos no creo que tuviese el pertinente permiso de Subdelegación) y el otro seguramente como punible en sus proclamas, por incitación al odio, pues eso, que tras esas dos actividades, fue un soplo de aire fresco, con olor a incienso ver y oir música y oraciones en el viacrucis del Nazareno de la Llaga en el hombro, que para eso estamos en una sociedad libre y cada colectivo es libro de expresarse, con el matiz que este último, parte de ser una tradición de siglos, atrae turismo y genera riqueza, no así los borrachos vociferantes o las feminazis (que dijo un escritor) pidiendo que quemen la Conferencia Episcopal.
El Cristo  salió, con alguna dificultad, por la puerta del Palacio de Crópani, pasadas las 8 de la tarde, ya de noche, y fue acompañado por unas 80 personas, portando cirios, una capilla musical que no dejó de parar en todo el rato y unas pequeñas andas portadas por una docena de hombres con traje de chaqueta.
La imagen de José Dueñas es una pieza habitual de su producción, con la doble peculiaridad  de que tiene una advocación muy devota en parte de hispanoamérica y asimismo representa un simbólico momento de la Pasión, de aceptación de la Cruz, por lo que esta va al revés que habitualmente, algo similar al Redentor del Mundo de la hermandad Mediadora.
El recorrido de la comitiva (que fue cambiado por petición de la Policia Local) fue prácticamente por calles peatonales, teniendo varios momentos que pasarán a la historia del procesionismo local, como son el paso por la parte norte de calle Beatas, calle Juan de Padilla y sobre todo la parte más angosta de Andrés Pérez, que, que se sepa es la primera vez que es bendecida por el paso de una imagen sagrada, esquivando cables y luminosos, de manera acertada y discreta, y con la increible curva de la esquina a mitad de la calle. Más dificil, imposible.
El viacrucis, dirigido por mi buen amigo Pepe Cachairo, tuvo sus luces y sus sombras, pero de entrada, para ser el primer año, se les puede dar la enhorabuena por la participación y sentido del rezo y las meditaciones, todas muy actuales y algunas incluso dedicadas a cofrades desaparecidos recientemente o a problemas sociales, como el maltrato, el paro o la inmigración ilegal.
Sin duda, estamos ante el simiente de una hermandad, que lleva año buscando un enclave definitivo, que este año ha salido de un Palacio del centro de Málaga, como símbolo de lucha y de no decaer ante los imprevistos, con la aportación de un imaginero local, José Dueñas, y a la espera de las noticias que nos traerán en próximos meses. Mientras tanto, Buena  Fe y Llaga en el Hombro es una realidad devocional en Málaga, y quizá en 2015 se abran las puertas de algunas casas hermandad a su paso, no son vociferantes y abortistas sino un grupo cristiano, respetuoso, humilde, con sus carencias y sobre todo con un sentido asistencial, compartiendo la Palabra con todo aquél que se cruce en su camino.

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