viernes, 29 de junio de 2018

El cambio de recorrido oficial podría acarrear pérdidas de más de 100.000 € al año en 3 calles comerciales de Málaga.

Hasta ahora hemos estado debatiendo y analizando sobre cuestiones que gustan y apasionan, como son las opciones de recorrido, su mayor o menor estética, metros a recorrer, velocidad de paso, sensación de avance y ascenso de Larios, combinaciones con la futura segunda puerta de la Catedral, estética del futuro recorrido oficial, señal única de tv. etc. etc. Todo ello, muy sugerente en base a la realidad del google map, visto el centro de Málaga desde el cielo. Ahora entramos en cuestiones más terrenales y crematísticas, del verso pasamos a la prosa.

Así, esta mañana hemos desayunado con la siguiente noticia de Diario Sur:

http://www.diariosur.es/semana-santa/comerciantes-centro-malaga-20180629224610-nt.html#ns_campaign=gs-ms&ns_mchannel=diariosur&ns_source=tw&ns_linkname=ltl



Una veintena de comerciantes de la calle Martínez se oponen al cambio de recorrido oficial por las pérdidas que podrían ocasionarles. En concreto, me permito calcularlo (sin una base científica que necesitaría un estudio riguroso) en, como mínimo, 100.000 € al año. Más tarde detallaré de donde proviene la cifra.

Hay que partir de una realidad. El actual Recorrido Oficial tiene dos partes bien claras: la Alameda y el entramado Larios-Plaza-Granada.  La primera, por su anchura y disposición, complementa sin problemas el paso de procesiones con la actividad comercial. Así se puede comprar perfectamente en un estanco, un supermercado o tapear en un bar de cualquiera de sus laterales mientras se ve pasar un trono. Es más, durante la Semana Santa los comerciantes de la Alameda pueden verse beneficiados (eso obviando las obras actuales). Y por otro lado, los comerciantes del eje Larios-Plaza-Granada tienen asumido que desde hace un siglo la calle se copa de sillas y tribunas para el paso de las procesiones. Es una realidad que asumen y sino que se lo pregunten al Café Central.






Con el proyectado recorrido en forma de U mayúscula se generan dos islas rodeadas de sillas por 3 de sus 4 lados.

1.- Isla en la calle Martínez y sus aledañas Puerta del Mar, Comisario, Pasaje de Larios, Antonio Baena.

2.- Isla en las calles Strachan, Bolsa, Torre de Sandoval, Sancha de Lara, Ancla.



El perjuicio para una calle comercial que se incorpore al recorrido oficial tanto acaece en horas de paso de procesión como en otros horarios. Me explico:

La colocación, por ejemplo, de sillas en calle Martínez colapsaría el tránsito por su acerado durante un tiempo acumulado de más de 48 horas (2 días) hecho que se calcula por el paso de 41 hermandades (sobre 1 hora de paso) más el tiempo previo y posterior de montaje y desmontaje. Durante esas 48 horas sería imposible una visión directa o un acceso cómodo a los comercios.
Además, en horario de mañana la vía tendría que almacenar el mobiliario de la tarde-noche (sillas, pasillos, indicadores, cableado, etc.) en una calle que además, para colmo, es carga y descarga por las mañanas.



Y no estamos ante una teoría, es una realidad que ya padecieron estos comerciantes en la jornada de la Magna Mariana, (lo cuenta Diario Sur) cuando se produjo un caos en el acceso a dicha calle y las ventas, según información verbal, en algunos comercios se redujo a lo mínimo en el margen horario en que pasaron comitivas.


La isla comercial de Martínez, muy diversificada en bares, heladerías, ultramarinos, estanco, lavandería, tiendas de complementos, óptica, tienda informática, etc. viene complementada por la típica calle Comisario, ya de por sí de difícil tránsito y que se convertiría en una auténtica ratonera caso de que estuviese rodeada en sus dos salidas naturales por zona acotada de sillas. Podría ser su ruina. La calle Martínez, aunque casi peatonal, está habilitada para el tráfico rodado y tiene unas aceras pequeñas que imposibilitan la colocación de sillas y mesas de los comercios de la misma. O sea, que no están en la línea de colapso turístico de otras calles como Calderería o San Agustín.




Me comenta un profesional textil de otra zona de la ciudad que el efecto escaparate es fundamental en la atracción de la clientela de un comercio. No todo el mundo que entra o consume en una tienda tiene una intención previa de entrar, sino que el escaparate es un atractivo y un reclamo, que según los casos, puede influir en más del 50 % de sus potenciales clientes.  Así, los comerciantes de Martínez tendrían una visión imposible de sus escaparates durante más de 48 horas y un acceso más o menos incómodo durante el resto de la semana, influyendo negativamente en las personas que entran y gastan en un comercio concreto. Por tanto, la solución no solo radica en colocar un pequeño pasadizo hacia la tienda (que no se colocaría a todas), a lo que hay que unir un fenómeno novedoso como es el de las ciudades turísticas que abren sus comercios todos los días a todas horas (piénsese en el gasto de los cruceristas, por ejemplo) por lo que cada vez es menos extraño ver en Madrid o Barcelona una tienda de zapatos abierta un Domingo de Ramos a las 2 de la tarde o un Viernes Santo a medianoche.






La segunda isla de negocio es la del entramado Strachan, Bolsa, Torre de Sandoval, Correo Viejo, Sancha de Lara, Ancla.  En este caso el entorno se ha especializado en restauración de alto nivel, siendo todo un referente. En la actualidad es casi visita obligada para una cena o almuerzo en Semana Santa ya que tiene un cómodo acceso tanto por Molina Lario, plaza de la Marina, con colocación de bastante mobiliario (quizá demasiado) para comer al aire libre.

No cabe duda que acotar con sillas la mayoría de sus acceso haría más complicado la llegada de clientes (tantos los de mesa reservada como sobre todo los que caminasen por aquel lugar). Es más, considero que las pérdidas para estos establecimientos (que supongo barajan números más elevados) serían mayores que en el caso de Martínez. Además, piénsese que un alto porcentaje de clientes son personas de fuera de Málaga o extranjeros, que quizá se verían retraídas de entrar por una zona acotada (con guardias de seguridad, sillas, vallas, etc.) y quizá preferirían irse a cenar a lugares más tranquilos o despejados como el Muelle 1, por ejemplo.




 En tercer lugar, y no menos grave, es la influencia negativa que el nuevo recorrido oficial tendría en el encantador laberinto comercial de la proyección Cisneros-Especería, y todas sus pequeñas callejas transversales. Pensemos que si el recorrido oficial comienza en la plaza de la Constitución, mucho público habitual que se instala en los inicios de la Alameda tendería a ubicarse de pie en la conexión del río con la Plaza, colapsando estas vías y dificultando aún más el ya de por sí complicado transitar y por consiguiente el habitual consumo en tiendas de calle San Juan, Santos, Fajardo, Salvago, Nueva, etc.




 En ellas el efecto escaparate sería aún más demoledor pese a no tener sillas agolpadas, pero seguramente casi intransitables con el añadido de la seguridad habitual y policía que dificultaría, lógicamente, el tranquilo caminar por ellas, o por lo menos un paso más o menos cómodo como tienen en la actualidad durante las jornadas de Semana Santa.




Así, me permito afirmar que Cisneros- Especería sería un polo de atracción para todo ese público que no tiene sillas y que se mueve ahora por toda la zona de Atarazanas, Alameda, lateral del río, etc. Podría ser un auténtico caos y un colapso para su variado comercio.


 Calculando a grosso modo un centenar de negocios en las 3 zonas citadas, Martínez, Strachan y Especería, a unas pérdidas de 1.000 € por cada uno en un total de 7 días de procesiones con sillas, me aventuro a proponer unas pérdidas totales de 100.000 € (y seguramente me quedaré muy corto) Sería interesante un estudio riguroso por una empresa independiente y sobre todo (caso de que se cometa el error de cambiar el recorrido oficial) una comparativa entre los ingresos de esta semana en 2018 y 2019 de todos los comercios implicados.



Como vemos, hemos pasado de la poesía a la prosa. ¿Estaría dispuesta la Agrupación a asumir las pérdidas de un centenar de negocios? Es más, esto podría levantar la liebre de los negocios del actual recorrido oficial que tienen asumidas esas pérdidas. Podríamos despertar una fiera de dimensiones desconocidas que iría en contra de la recaudación final por sillas. El refranero popular es sabio. Quedémonos como estamos, no abusemos de nuestros conciudadanos que cuando nos tocan el bolsillo el amor puede tornarse en odio.

Post data: Incluyo un tuit que he subido tras algunos comentario recibidos.

Me dicen que me he quedado cortísimo en el cálculo de las pérdidas de 100.000 € por el cambio de RO. Un negocio de restauración de la zona de Strachan-Bolsa podría perder, por una pèsima accesibilldad o por tener menos mesas, unos 1000 € al día. Hagan Vd. las cuentas. 










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