viernes, 28 de julio de 2017

Málaga, parque temático turístico kitsch, capítulo 54. El mercado de Atarazanas.

Me comentaba el dueño de un puesto del mercado central cómo han descendido las ventas, ya que una gran parte de la gente que entra en el recinto es para pasear y hacer fotos. El turista a lo sumo compra unas pocas aceitunas o un zumo de frutas, pero ni compra pescado ni carne, ni fruta ya que no tiene donde cocinarla ni puede perder tiempo en ello.

Hagan la prueba. Una gran proporción de la gente de dentro del mercado (sobre todo al mediodía) no va a consumir nada, sólo pasean por un espacio gratuito, algo parecido a lo que ocurre en otros mercados turísticos, como el de la Boquería de Barcelona.

Como esta realidad va a más, seguirán aumentando los bares dentro del mercado y desapareciendo los puestos tradicionales, por lo que sugiero alguna solución.

No sé hasta qué punto habría que cobrar el acceso al recinto en visitas guiadas en horas concretas, por ejemplo por la tarde, y no permitir fotografías en horario comercial, igual que no se pueden hacer fotos dentro de un centro comercial. Lo evidente es que el mercado necesita una perspectiva de futuro para que no se convierta en un decorado más que en una realidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario