Corpus de los Mártires, radiografía del centro de Málaga.

La procesión de la Octava del Corpus es una clara muestra de cómo la feligresía de los Mártires se está convirtiendo en un parque temático de bares y apartamentos turísticos, donde se pierde el tejido social, y todo pasa a ser como un decorado donde se asoman turistas despistados y descamisados, cargando con maletas que no van a ninguna parte.

Desaparece el comercio tradicional y los vecinos de toda la vida, y la ciudad pasa a pertenecer a los turistas, antes que a los vecinos.  El turista sólo aporta algo de dinero, nada más, ya que su compromiso con Málaga es nulo. Llega, fotografía y desaparece y no realiza ninguna aportación cultural o social. Todo son prisas, ir y venir, consumir y desaparecer.

Considero que debemos buscar un turismo de calidad, pero sobre todo un turismo residente, que se quede a vivir en Málaga y se incorpore al tejido social de la misma, si no, nos convertiremos en un parque temático de asiáticos que fotografían una carroza del Corpus como el que ve una nave espacial.  Aún estamos a tiempo, y la solución está en manos de nuestros políticos locales, que controlen con cabeza este hongo que es el turismo barato de vuelos a 30 € y camas en apartamentos tiradas de precio.