miércoles, 31 de mayo de 2017

Antonio Montesinos versus Invader. Las dos caras de la moneda.

Muy cercanos en la distancia están el mosaico pixelado de la gitanilla de calle Santa María y los murales cerámicos de Jesús de la Sentencia y la Virgen del Rosario de calle Granada.

Los dos están hechos en azulejos, (bueno, los tres porque en calle Granada forman pareja), ambos polícromos a cierta altura, pero por otro lado tienen algunas diferencias notables:

1.- El mural pixelado carece de firma aunque se atribuye a Invader, todo ello dentro de una campaña de marketing anunciando su próxima exposición en el CAC. Se basa en cuatro colores sin ningún tipo de matiz, y han sido adheridos al paramento produciendo un deterioro en la pintura del edificio, justo a la derecha de la figura. Se desconoce el sistema de adherencia y si con el tiempo podrían desprenderse teselas que peligren al paso de viandantes.





Los murales de calle Granada son obra del ceramista malagueño Pablo Romero Boldt, compuesto por una decena de tonalidades, adaptado al paramento por marcos rojos que juegan con los cuadros de los ventanales, montados por un albañil profesional, y están en el contexto de hacer referencia a imágenes que se veneran en la iglesia de Santiago, a poca distancia del lugar.



2.- Desconocemos la financiación de el mural de la gitanilla, aunque es de suponer que forma parte de la campaña de la próxima exposición del CAC y seguramente ha sido financiado con fondos públicos. Los mosaicos de la Sentencia han sido pagados por un particular y para nada han repercutido en las arcas públicas.

3.- Los mosaicos de la Sentencia fueron colocados con un andamiaje, cumpliendo todas las medidas de Seguridad e Higiene en el trabajo, mientras que se desconoce cómo y cuándo ha sido colocado el de la gitanilla, y si peligró la integridad física de sus responsables.


4.- El mosaico de la gitanilla ha sido adherido en un BIC que no es propiedad del autor del mosaico, mientras que los de la Sentencia han sido colocados en una vivienda propiedad del promotor de los murales.

5.- Pero lo más hiriente de todo es que Antonio Montesinos, propietario de la vivienda, y empresario del negocio del local del bajo del edificio, y que por tanto paga sus impuestos en Málaga, fue CASI FUSILADO AL AMANECER POR POLÍTICOS RANCIAMENTE PROGRES que decían y dicen que los mosaicos de Pablo Romero no están en consonancia con la calle Granada, que distorsionan.

    http://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2011/07/23/mosaico-reglamentario/438757.html

Esto hace pensar en las distintas varas de medir, en el sospechoso silencio de los responsables de Cultura del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, y ya rizando el rizo en el ataque de los símbolos cristianos, ya que si la gitanilla fuese una Dolosa quizá alguna que otra voz ya se habría levantado esgrimiendo que es un BIC.


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