domingo, 18 de diciembre de 2016

La ventana mágica del Palacio del Obispo.

Málaga, ciudad de los museos y la cultura, que tiene que cuidar todos sus detalles. Hay un espacio emblemático como ningún otro que es la calle Salinas y el efecto fachada que supone encontrarse con la Catedral. Y junto a ese impacto visual, la ventana mágica del Palacio del Obispo, a través de la cual se vio el patio interior con su conjunto zócalo cerámico, del que ya hemos hablado en más de una ocasión.

De ahí que sea imperdonable encontrarnos con una bicicleta amarrada a su reja. Al igual que en Londres, por ejemplo, habrá que poner un cartelito anunciando que no se pueden amarrar, ya que no es de recibo quitarle encanto a un espacio barroco y dificultad la visión a través de la ventana.

Al propietario de la bici, le felicitamos por su uso, como yo mismo también hago, pero que la amarre en otro lugar. Ahí, no.

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