En la mañana del pasado Jueves Santo tuvo lugar la bendición e inauguración de un retablo cerámico con la efigie del Cristo de Llagas y Columna, titular de la asociación cofrade del mismo nombre. La obra ha sido ha sido colocada a la altura del nº 65 de la céntrica calle Granada, justo frente a la parroquia de Santiago, uno de los templos más antiguos de la ciudad. El lienzo de pared escogido está perfectamente cobijado por una farola y el enrejado de una ventana y un balcón, todo sobre un fondo rojo bermejo y la placa azul de la vía.
La antigua hermandad de Llagas y Columna se extinguió en el primer cuarto del siglo pasado y la imagen fue destruida en los tristes sucesos de 1931, siendo su última sede la de Santiago. A primeros del siglo XXI una asociación cofrade, presidida por Carlos Marfil, recupera la memoria de esta devoción y se instala en el periférico barrio de Miraflores, procesionando en Semana Santa desde 2007.
Durante el pasado año se han cumplido 375 años de la erección de esta corporación, por lo que se han realizado una serie de actos y entre ellos se ha querido perpetuar la simbólica presencia de este Varón de Dolores con la colocación de un mosaico en un lugar tan histórico, simbólico y estratégico.
Para ello se ha escogido al ceramista Pablo Romero que ha realizado una formidable pieza de 0,60 x 0,75 m, exornada con una de sus tradicionales orlas y un texto alusivo en la parte inferior. Asimismo figuran los escudos mercedario y de la actual asociación, realizado este último por el diseñador y cofrade malagueño Eloy Téllez.
En este trabajo Pablo desarrolla todo su virtuosismo, habiendo conseguido la expresión de piedad tan característica de este Cristo, que realizara hace un lustro el imaginero Juan Manuel García Palomo, captando casi a la perfección la policromía del Señor, el peculiar color de la columna, los regueros sanguíneos y un azul celestial que casi se torna en negro.
No es la primera obra de Pablo Romero para esta corporación ya que en su capilla callejera figura una placa alusiva, unos jarrones para flores, así como otra placa en el Cementerio de San Miguel, donde esta corporación tuvo panteón en propiedad.
Para ello se ha escogido al ceramista Pablo Romero que ha realizado una formidable pieza de 0,60 x 0,75 m, exornada con una de sus tradicionales orlas y un texto alusivo en la parte inferior. Asimismo figuran los escudos mercedario y de la actual asociación, realizado este último por el diseñador y cofrade malagueño Eloy Téllez.
En este trabajo Pablo desarrolla todo su virtuosismo, habiendo conseguido la expresión de piedad tan característica de este Cristo, que realizara hace un lustro el imaginero Juan Manuel García Palomo, captando casi a la perfección la policromía del Señor, el peculiar color de la columna, los regueros sanguíneos y un azul celestial que casi se torna en negro.
No es la primera obra de Pablo Romero para esta corporación ya que en su capilla callejera figura una placa alusiva, unos jarrones para flores, así como otra placa en el Cementerio de San Miguel, donde esta corporación tuvo panteón en propiedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario