¿"Photocall" o presbiterio?

Solemne acto ayer en la Catedral de Málaga. Unos turistas creían que se celebraba una boda de postín, pero lógicamente los sacamos de su error. Terminada la celebración la gente comenzó a salir por la Puerta de las Cadenas y los que vivimos la Coronación desde el trascoro pudimos acercarnos a ver la Virgen, ya coronada.

La sorpresa fue mayúscula cuando comprobé la multitud que se subió al presbiterio de la Catedral a hacerse fotos. Para nada se respetó un lugar tan importante y sagrado, con gente que se apoyó en el altar, otros que se sentaron en la cátedra del Señor Obispo (como lo oyen), otros que empezaron a pulular por la parte trasera del montaje de coronación, etc. etc.

Este hecho me hace reflexionar sobre cómo coordinar estos actos en sucesivas ocasiones y cómo la sociedad de los móviles convierte a las personas en autómatas que vamos haciendo fotos por doquier. Es comprensible que todos quisiéramos tener un recuerdo del momento, la típica foto de la familia delante de la Señora, pero creo que habría que haberlo coordinado de otra manera, quizá realizando el traslado lo antes posible sin esperar a la hora de sesión de fotos. De lo sublime a lo ridículo hay una línea muy delgada.

Por lo demás chapó. Pero un presbiterio no es un photocall.