Primero habla del coste municipal del exorno de balcones en el centro y empieza con una introducción que debería estudiarse por su estupor en las facultades de periodismo.
... La crisis económica y la necesidad de controlar el gasto público no parece tenerse mucho en cuenta en el Área de Servicios Operativos del Ayuntamiento de Málaga, cuyos responsables han decidido gastar 100.000 euros en adornar balcones privados de algunas calles de la capital para que luzcan en determinados eventos como son la Semana Santa, el Corpus Christi y la Victoria....
Que se sepa, nunca se ha analizado y contextualizado en la crisis lo que cuesta la decoración del Festival de Cine, de la Noche en Blanco, la feria, la celebración del 1 de mayo o centenares de eventos.
En segundo lugar, la Opinión, mete la pata con la noticia de la petición de la subvención para la tribuna. Como ponga a estudiar qué piden los miles de asociaciones y qué argumentos exponen para sus peticiones, nos llevaríamos muchas sorpresas.
la mujer acusadora.
Como un clavo ardiendo se agarra a la palabra "humanitario", que evidentemente chirría en su relación con la tribuna y todo lo que la rodea, pero no en su relación con el mundo de hermandades y cofradías, de Pasión y de Gloria. ¿Les suena la Fundación Corinto o Caritas?
Y para colmo, la concejala María Gámez, salpica con la duda del dinero que se ha gastado para dorar un trono. Igual ha posado delante de él. Es sumamente injusto que no matice el gasto de las peñas, pero sí entra en el detalle del dorado. Recuerda a las demagogias con las coronas de oro. En este caso la prensa es simple voz de la intervención de la concejala.
María, ¿cuánta pasta dilapidó el cateto con el flamenco y los verdiales? ¿Y cuál es el convencio de el estadio de la Rosaleda o el Carpena? ¿Y la pirámide de mármol con las letras borradas cuánto ha gastado?
Simplemente lamentable todo.
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