Ángeles y Gloria es el perfecto complemento devocional a la hermandad de Pasión de Humildad y Paciencia, que por cierto hicieron una ofrenda floral al paso del cortejo, de manera corporativa con guión y bastones, ya que está radicada en uno de los entornos más poblados de la ciudad, que seguro acogería con sumo agrado a más proyectos cofrades de todo tipo. El hermano mayor de Humildad y Paciencia, Rafa González, dio los toques de campana, así como más tarde, Teresa Porras, de los Servicios Operativos del Ayuntamiento, que como siempre, colabora con todas las cofradías y asociaciones, desde la primera a la última.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de CC y TT de Escuela Cofrade, que abrió la comitiva, y la banda de música de Cruz de Humilladero, que ofreció un repertorio variado y festivo.
Buena impresión general en la calle, con detalles de agradecer, como lo bien vestida que iba la Virgen, el exorno floral, la edición de un itinerario, cartel oficial y otro invitando a engalanar el barrio, recorrido estudiado, buscando los rincones y calles más propicias, con el tiempo justo. Es más, el hecho de ser domingo no fue detrimento, teniendo en cuenta que otras procesiones clásicas, como la Trinidad o la Pastora, cambiaron de domingo a sábado, buscando más público.
Comitiva con participantes con buena compostura, bien vestida, algunas mujeres con mantilla blancas y un buen personal bajo los varales. Cómo no, las petaladas no podrían faltar, y eso sí, un solo lunar como fue el que se lanzaran aparte de flores y aleluyas, globos desde un balcón, como algo que parecía organizado previamente, algo chocante y que puede distraer en demasía la atención de lo importante, de la Virgen, ya que los globos invitan a jugar con ellos, cuando caen entre los varales, o incluso a explotar (afortunadamente no ocurrió) cuando caen sobre cera encendida o sobre la corona, etc. Fue una anécdota que no emborrona el resultado satisfactorio. Pero mejor dejemos los globos para los cumpleaños.
Al final, un encierro comedido, con una izada a pulso bien estudiado. En general notable alto, esperando que Ángeles y Gloria dé muchas alegrías al barrio y a la Málaga cofrade. Tienen hasta un color propio, el celeste, que se vio en el faldón, corbatas y ropaje de monaguillos.
Eso sí, lo suyo sería que la Virgen estuviese al culto en uno de los templos más cercanos (un sueño sería verla en la parroquia de la Asunción, de la que seguro habrán tomado buena nota del buen trabajo que han hecho estos cofrades, que podrían enfocar sus fuerzas en dicho templo, tan populoso como poco cofrade).
Recordar la colaboración de la Hermandad de Viñeros, que prestó el trono de traslado y la presencia corporativa de Encarnación de Dos Hermanas, Verdad y Sagrario y Llaga en el hombro, y no sé si me olvido de alguien más, recordando el histórico saludo de sus vecinos de Humildad y Paciencia, todo un detalle acordarse de los que empiezan, cuando ya son cofradía agrupada. Las comparaciones son odiosas, pero ya habrá tiempo de ver si ocurre lo mismo en el barrio de las Delicias, cuando salga en rosario en octubre la Virgen del mismo nombre, donde también hay una cofradía recién agrupada.
Enhorabuena a los responsables de Ángeles y Gloria y a seguir trabajando, que bastante mérito tiene tener una capilla abierta todo el año, en verano y en invierno.
p.d. Por no faltar, no faltaron el vendedor de kokis y el Mocito Feliz.
Aquí tienen un par de videos del pasado domingo.
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