Paso a explicarle a la amiga Isabel Torralbo, que seguro leerá esto con atención, aclarándole de antemano, que no estoy afiliado a ningún partido o sindicato al uso, ni pertenezco a la Congregación de los Patronos, sólo soy un simple ciudadano de a pie, buen mejor de a dos ruedas en bici.
El símbolo de los Patronos puede enfocarse desde un punto de vista multidisciplinar que supera su esencia cristiana. Es más, eso sería casi lo de menos, ya que, afortunadamente, hay malagueños de distintas religiones y otros muchos de ninguna, que seguro han perdido la vida por no renunciar a sus creencias o principios, como es el mensaje de los Patronos.
Ciriaco y Paula son dos jóvenes, como los de hoy en día, quizá hermanos, quizá amigos, quizá pareja de hecho, quien gays, quién sabe, que fueron desahuciados de su casa, supuestamente sita en calle Santos, en el entorno Thyssen de hoy en día, y fueron lapidados por soldados romanos en el entorno de Martiricos, de ahí su nombre.
Por tanto, amiga Isabel, hoy en día seguro que los grupos anti-desahucios igual iban en su defensa para que no robaran ni desvalijaran su casa. Para colmo fueron torturados por la autoridad, en contra de los Derechos Humanos, aunque por entonces aún no había nacido Fray Bartolomé de las Casas, una de las primeras personas que habló de ellos en defensa de los indígenas americanos.Y todo ello, hay que inciensarlo con el sentido del perdón cristiano, aunque esa es otra historia, quizá la más bonita de todas.
Ciriaco y Paula quizá no trabajaban, estaban en alguna asociación, pensaban emigrar para buscar trabajo de camareros en Londres, seguro se habían manifestado en algún 15 M, habían hecho alguna pintada (en latín, claro), vamos como muchos jóvenes actuales.
Por tanto, participar corporativamente en la procesión de los Patronos, es eso y mucho más. Es, además promover el turismo local, apoyar la industria repostera de las tortas San Ciriaco, es ir a favor de los jóvenes que tocan en bandas de cornetas y tambores (magnífica interpretaciones ayer por la tarde), es ser ecológicos y recicladores (como con el árbol que se procesionó, un granado cedido por la empresa malagueña Viveros Guzmán, que luego será replantado), es colaborar con los comerciantes de Strachan, no pasando la procesión por ella para no afectar a las terrazas atestadas de ayer, etc. etc.
Ciriaco y Paula fue recordar a los que nos dejan, como al consejero por el que iba luto en la campana, o la mítica ceramista Amparo Ruiz de Luna, que falleció un día antes, como recuerdo de los brillos dorados en los esmaltes malacitanos.
Ciriaco y Paula es mezcla de gente joven y de mayores, de la Asociación Cultural Torrijos que desfiló con trajes de época, son los "guapos" de la feria, los bailes por malagueñas, las biznagas en pencas a los pie de las imágenes. Es barroco que procesiona de un templo magnífico e inacabado, como la Catedral a otro histórico, como los Mártires. Y de nuevo, reciclaje de una Catedral que aprovechó los muros de una mezquita, como símbolo de ciudad cosmopolita en la que todos sumamos. Fíjese que toda Málaga se vio representada, pese a ser un día laborable (esa es otra historia) que por no faltar ni faltó el Mocito Feliz.
Por tanto, amiga Isabel, le invito a que reflexione con su grupo sobre saber diferenciar el hecho de que vivimos en un estado aconfesional pero de hondas raíces cristianas, y no tenga complejos en dejarse ver por esta procesión, como por la romería urbana del inicio de la Feria de Agosto. No pasa nada, hágalo con naturalidad, al igual que si es invitada a un acto de otra confesión religiosa. Tenga la valentía y la personalidad para ello. Lo contrario lo considero una pose estética trasnochada.
Por cierto, he estado echando un vistazo a su programa para las municipales y me parece magnífico que se ponga en valor la alcubilla de Martiricos, pero lamento que no haya contado con la fuerza del mundo cofrade local, que lleva 5 siglos apostando y vertebrando Málaga.
Sin más, reciba un cordial saludo, recordándole que Málaga Ahora no fue ayer día 18 ni Málaga ni ahora. En el siglo XXI ser de Málaga es estar con los jóvenes desfavorecidos, entre ellos Ciriaco y Paula.
Tómese una tarde un cafelito con el bueno de Antonio Domínguez, hermano mayor de los Patronos, yo también me permito apuntarme, seguro que todos salimos enriquecidos.
Otra historia sería que su grupo quiera convertirnos en un Estado laico, reformando la Constitución. Entonces debería ser consecuente y proponer en pleno municipal que no sea festivo el 8 de septiembre y entre otras muchísimas cosas, cambiar el pendón de la ciudad y descoserle la Virgen de la Victoria, que ayer fue procesionado por una concejala y lapidar a los Patronos del escudo y poner al Mocito. Nos cargaríamos de un plumazo 17 siglos de historia. Ah, y a la barriada de Santa Paula la rebautizamos barriada camarada Paulova.
Jose Manuel Leiva Pérez, joseleiva37@hotmail.com
Formidable José Manuel.
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