Las explicaciones sobre los distintos criterios de permisibidad de aforo de calle Marqués de Larios y/o adyacentes entre Semana Santa y espectáculo de luces de Navidad no son convincentes, pudiéndose afirmar que permanecer en dicha vía en Navidad en horario de espectáculo de luces y sonido es potencialmente más peligroso que ser espectador de silla o de pie al paso de una procesión, aunque se dejase más público tras las sillas.
1.- En Navidad también hay obstáculos fijos como las bases de los arcos de luces, el gran árbol o el escenario de la plaza. Los obstáculos de Semana Santa en Larios son movibles (tronos, sillas y/o vallas) con fácil opción de repliegue dejando espacio libre, frente a la inmovilidad de las bases de los arcos de luces.
2.- La densidad de personas por metro cuadrado en Navidad es infinitamente mayor que en Semana Santa.
3.- La evacuación pierde efectividad con los cientos de mesas y sillas de las calles adyacentes.
4.- La existencia de cortejos baja la densidad de la calle, existiendo responsables en los mismos y comisión externa con experiencia de décadas ante posibles incidentes. O sea, que ante un incidente sanitario de alguna persona en Larios el personal de asistencia o médico llegaría antes en Semana Santa que en Navidad.
5.- El reclamo de Larios es mucho más concreto en Navidad que en Semana Santa. El foráneo en esta última tiene muchas más opciones. Además, en Semana Santa existe personal de seguridad y acomodadores que no existe en Navidad, en este caso gestionado por la Agrupación de Cofradías.
6.- El nivel de ingesta de alcohol y otras sustancias estupefacientes es mayor entre el público de Navidad que el de Semana Santa en esa hora y lugar concreto.
7.- El impacto visual de los efectos lumínico y auditivo puede generar en algún caso problemas de salud, como reacciones epilépticas. El patrón repetitivo lumínico genera imágenes fotosensibles que produce una intensa actividad cerebral, conocida como oscilaciones gamma.
8.- En Navidad hay calles colaterales a Larios que quedan colapsadas, con existencia de grupos ebrios a la salida de bares de copas en horas tempranas. Además el espectáculo lumínico es un reclamo imán para mucha gente desde distintos puntos.
9.- El público y "actores" cofrades son un colectivo muy concreto de calle Larios a los que puede prepararse ante cualquier incidente. El público navideño es variopinto, distinto e incluso puntual de cada momento, de ahí la dificultad de una coordinación previa.
10.- La accesibilidad a comercios y portales es posible en Semana Santa por los pasillos habilitados, frente a la masa de público en Navidad. Así un acceso de urgencias a una vivienda o negocio es mucho más difícil o imposible en el caso navideño.
Por tanto, Sr. Barrionuevo, para nada es más peligrosa la calle Larios a las 7 de la tarde del Viernes Santo (menos aún con el cambio horario) que a las 7 de la noche de diciembre. Además, en Corea no había tronos y hubo una estampida. Con todos los respetos y con espíritu constructivo, le muestro mi discrepancia absoluta a sus argumentos.
Quizá hay otros motivos económicos que permiten la peligrosa masificación de calle Larios en Navidad.
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