Con espíritu constructivo, dando la cara con mi nombre y mis dos apellidos sin esconderme tras ningún nick, y con sumo respeto a la centenaria Agrupación, considero, una vez leídas las declaraciones del Sr. Presidente en Diario Sur, que SÍ HAY UNA ALTERNATIVA AL ACTUAL RO. Que esté sobre la mesa o no, (que es la otra parte del titular periodístico) lo desconozco, pero obviamente está en la mente de muchos cofrades, incluidos hermanos mayores actuales o antiguos, como así me lo han manifestado en privado durante estos días.
Me embarga, más que nunca el animo de sumar por Málaga y su Semana Santa. Nos enfrentamos todos (desde el último acomodador al más alto representante) al reto del modelo procesional para las próximas décadas, para mantener la llama de una herencia, de un tesoro que nos legó Baena y un grupo de apasionados hace ahora un siglo. No vale ponerse de perfil, hay que ser valientes y quizá hacer algún sacrificio, sobre todo económico, si queremos no matar la gallina de los huevos de oro.
Mi único bagaje es la experiencia de 40 años pateándome Málaga en Semana Santa, temprano y de madrugada, con frío o con calor, en una masa de gente o completamente solos, debajo del Puente de la Aurora o en el interior de la Catedral, y así sucesivamente. A ello le sumo todos los artículos publicados en este blog entre el verano del 18 y la Semana Santa del 19.
Pues bien, entrando en materia, aquí hay una serie de variables:
1.- 45 cortejos +- con un recorrido común que a partir de las 2 ó 3 de la mañana, salvo excepciones y lugares puntuales, se quedan prácticamente solos.
2.- Un conjunto de 20 tantas mil personas de unos 4 ó 5 mil abonados (desconozco el dato exacto) que pagan por ver sentados las procesiones, y que son el fuerte de la recaudación de la Agrupación.
3.- Una masa de más de 100.000 personas como mínimo y que puede multiplicarse en horas puntas conformada por cofrades de a pie, familias malagueñas que bajan al centro a ver alguna procesión, y mucho turismo.
4.- A todo ello hay que unirle la propia vida del centro (bares especialmente) y los medios de comunicación con sus retransmisiones de todo tipo.
Ante estas variables, que son las que condicionan todo el entramado, hay que valorar que tan importante como los abonados es el público de calle, y que el propio abonado se convierte en callejero antes, durante o incluso tras el paso de la última hermandad por sillas. Por tanto hay que compaginar los intereses de ambos, sin olvidar que en el público no abonado hay como mínimo 50 mil hermanos de cuota de las cofradías que ven por cada rincón de la ciudad, y por lo tanto, sufragan en parte a las hermandades de manera directa.
Pues bien, una vez vivida la SS del 22, con la salvedad puntual del Martes por lluvia, podemos tener una idea clara de las luces y sombras del nuevo RO de una manera completa. Dejamos aparte cuestiones estéticas del RO, que obviamente son opiniones y gustos y siempre con margen de mejora.
LUCES:
1.- La ratificación de la permeabilidad de dos puertas para la Catedral.
2.- La novedad de los actos en la plaza del Obispo para las hermandades que no hacen estación.
3.- Mejor visión libre desde la Alameda.
No obstante, estas luces también serían aplicables con otros modelos de RO, como el antiguo. Es más, con el RO anterior el uso de la doble puerta podría hacerse en ambos sentidos, y no sólo en sentido sur-norte como obliga el actual trazado.
SOMBRAS:
1.- Aumento del tiempo de procesiones en zonas de pago, con la disminución proporcional del tiempo en zonas libres. Así, se pierden aproximadamente unos 40 horas de trayectos libres
2.- Generación de zonas de influencia de difícil o imposible tránsito de personas, carritos, etc. A la que denominé en 2019 "ratonera", el eje Cisneros-Especería hay que unirle calles adyacentes muy afectadas o directamente aforadas, como Nueva, Fajardo, Salvago, el propio Pasillo en la confluencia con Cisneros o hasta la plaza Camas. Por tanto, a las 40 horas perdidas en el punto 1 se le suma un tiempo incuantificable de nula o mala calidad para disfrutar procesiones.
3.- Creación de una doble barrera de movimiento de personas. Estos ejes son el Alameda-Puerta del Mar y el Molina Lario a lateral oeste de Larios. En concreto, y pese a mi experiencia en moverme en estas situaciones, me quedé bloqueado 23 minutos para cruzar Martínez, a lo que habría que sumarle 13 minutos que me comentaron unos turistas de espera para cruzar la Alameda (no todo el mundo conoce el truco del parking subterráneo de la Marina). Por tanto, la espera para avanzar 200 metros puede ser de casi 40 minutos. Ello ocasiona malestar, protestas y problemas innecesarios, junto a lógicos comentarios despectivos de los que fui testigo y que es preferible no repetir.
4.- Creación de una franja horaria, según días, entre las 7 y las 9 de la noche en la que es prácticamente imposible ver nada en zonas sin sillas. Es más, es el periodo de mayor afluencia de público "no cofrade" de ahí que estemos generando un "producto" incómodo de ver y difícil de acceder o salir.
5.- Con respecto a la combinación de zonas libres con otras de pago, hay que reconocer que desde los laterales de la Alameda se pueden ver las procesiones, pero no obstante hay barreras incomprensibles como la tribuna que tapa la visión de toda la calle Larios desde su lado sur o todo el corte visual que suponen las tribunas de la Marina.
6.- Generación de una zona inhóspita al haber cambiado el RO, en concreto en el entorno de Calderería, Carbón, Siglo, Uncibay, Granada, que se ha convertido en zona de bares, mesas, guiris con falta de respeto etc. Las tristes escenas del 19 se han vuelto a repetir. Obviamente el cambio de RO ha propiciado un abuso y aumento de esta realidad, ya que el antiguo trazado aliviaba este sinsentido.
7.- Incomunicación de los familiares con los nazarenos más pequeños durante más de 2 horas por un RO tan largo. Esto obviamente irá en detrimento de la lógica transmisión de esta tradición. Si a un niño de 8 años le pierdes la pista nazarena en el Pasillo de Santa Isabel y no lo consigues ver directamente o hablarle o acercarte hasta la salida de la Catedral, y no justo a la salida porque está acotado, generamos una desafección por parte de los padres y una lógica preocupación. Entre una cosa y otra podría pasar casi 3 horas.
8.- "Desperdicio" de las calles Martínez y Ordóñez como RO. Son calles clásicas de movimiento de público que quedan anuladas por una sola fila de sillas, o sea, por un aforo escaso o casi nulo que va en detrimento del bien general.
9.- "Desperdicio" de casi media Alameda, que queda anulada para los cortejos, siendo durante un siglo un espacio perfecto de combinación de público sentado y libre. Según algún afamado fotógrafo la sensación de la Alameda vacía, sobre todo de noche, es desoladora, indescriptible.
10.- Influencia negativa en parones, retrasos y encierros tardíos. Ya se vió en la jornada del Domingo o en la del Jueves, donde grandísimas devociones de Málaga, como Zamarrilla, el Chiquito regresaban prácticamente solas pasadas las 4 de la mañana. Un sinsentido y un lujo desaprovechado, que lógicamente va en detrimento del futuro de los niños que se incorporen a los cortejos.
11.- Muchos malagueños, no cofrades, suelen acercarse al inicio o salida del RO. Hay gente que baja al centro a darse una vuelta. Pasan de ir a los barrios. Por tanto, acercar a escasos 300 metros el inicio y la salida del RO es una situación perversa que genera masas de público inmovilizado. El antiguo trazado separaba entrada y salida, y sobre todo proponía una entrada diáfana, junto al Puente de Tetuán, con la válvula de escape del Soho, Alameda de Colón o el propio río, infinitamente más segura que la actual entrada.
¿SOLUCION?
Una vez arreglada la Alameda, la solución es el regreso del antiguo RO, con la aplicación de las medidas de seguridad que tiene el actual, con el uso de las dos puertas de la Catedral (en ambos sentidos según interese) y con la combinación visual tanto para abonados como para la gente de a pie.
Ello condiciona supongo una menor recaudación y por tanto un menor reparto de beneficios entre las cofradías. Y con respecto a la pérdida de sillas, debería hacerse una quita proporcional, sobre todo entre las personas o entidades que atesora gran cantidad de abonos y que luego revende, como el caso de hoteles, agencias, etc. Ningún abonado se quedaría sin sillas, sino que serían distribuidas. Ante esta realidad mejor es la calidad que la cantidad.
Considero, que caso contrario, podrá parchearse este modelo, pero irá generando entre la Málaga que baja de los barrios una desafección que irá calando poco a poco e irá en detrimento del arraigo de la Semana Santa en los barrios, en la gente del pueblo, que es la que llenará los varales y las filas del nazareno en el futuro.
Es el momento de ser valientes. Como le dije a un ex-hermano mayor que se quejaba del sinsentido de pasar 3 veces por la misma calle: disfruta lo votado. Pero todo se puede corregir y no sería un deshonor sino reconocer que la idea no ha funcionado ni funcionará en el futuro porque las calles son las que son y el trazado actual es simplemente perverso, sobre todo para el público de calle.
Sin más, y siempre desde el respeto a la Agrupación, y desde mi amor y apasionamiento por nuestra Semana Santa, aquí dejo este granito de arena, quedando a disposición de cualquier comentario, matización o sugerencia.
p.d. El año que viene viviremos, si Dios quiere, de nuevo las procesiones, con el RO que sea, como si nos tenemos que desplazar al polígono el Viso, como me dijo un compañero de trabajo.
Jose Manuel Leiva Pérez
José Manuel,me ha gustado tu comentario, hecho desde el respeto y el conocimiento de los que amamos la Semana Santa de Málaga,yo como tú,soy de las que después de ver todo en las sillas,me quedo a ver todo lo que puedo y acompaño a las cofradías por esos rincones que sabemos que son muy particulares,pero este año ha sido tarea difícil.A mi no me van a quitar las ganas de semana santa,pero si veo en serio peligro el futuro,si esto sigue así,es desagradable moverse por todos lados y con obstáculos innecesarios, que si los que sabemos movernos ,no podemos,imagina para el que no sabe o no conoce la ciudad,.En fin, ojalá te escuchen y nos tengan en cuenta,Nuestra semana Santa era maravillosa,no entiendo tanto cambio,ni las ganas de parecernos a nadie,un saludo
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