domingo, 31 de octubre de 2021

Difícil maniobra de la Cena.

 


El Parque y las procesiones II

 Como continuación al artículo

 https://botijeromalaga.blogspot.com/2021/10/el-parque-de-malaga-y-las-procesiones.html

y una vez vivida la experiencia del recorrido de oficial de la procesión Magna, algunas reflexiones para compartir.

1.- Obviamente fue todo un acierto, desde el punto de vista cofrade, como de público y seguridad, liberar la Plaza, Larios y Martínez de sillas y tribunas, así como recuperar la Alameda en toda su integridad. Es más, indirectamente se hacen más practicables calles adyacentes como Cisneros, Especería, Nueva, Santa Lucía, Granada etc. ya que no se encuentran con tapones de sillas.

2.- Magnífica visión tras las sillas, donde se apostaron cientos y cientos de familias y turistas. Con sus matices habrá que mantenerlo para el futuro, como una ciudad acogedora de puertas abiertas. Así, podemos presumir de que las procesiones son un espectáculo de pago (si quieres sentarte) o gratuito para todos en todos los lugares. 

3.- Gran acierto, proteger la estatua del marqués de Larios.

4.- Con respecto a la Marina, mejor sin tribunas. Magnífica visión de ambos lados, en especial de la zona elevada.

5.- Con respecto al Parque, habrá que analizar pausadamente si las hermandades podría asumir este esfuerzo añadido. Eso sí, parte de la clave reside en aumentar el ritmo en el RO con tirones más largos. Calculo que el ritmo debería acelerarse como poco un 15-25 % para hacer más llevadera la recta y ganas más metros en menos tiempo.

6.- Despejar Larios condiciona usar el Parque. Habría que analizar si existen variantes que no lleguen hasta el ayuntamiento. De entrada, a botepronto veo la opción de la Cortina del Muelle hasta la Aduana, o incluso cruzar por el andén hasta la Aduana o hasta Correos.

7.- Pintor Nogales con sus distintas alturas y perspectivas es una joya que no se debe desaprovechar.

O sea, que usar el Parque no condiciona llegar hasta el Ayuntamiento, aunque es la opción más estética y tiene un sentido civil, que no deja de ser otro componente de los cortejos.

To be continued.



 

 

Dolores, subiendo Pintor Nogales.

 


Saeta a Esperanza en su Gran Amor.


 

Los callejones de calle Victoria.

 


Mena con la Madrugá en la Magna.

 


La Esperanza, por su puente.


 

La Magna en una palabra.

Todo se resume en una palabra. HISTÓRICA. Lo contaremos cuando pasen los años. Muchos tuvimos la suerte de vivir el 75 y el Centenario. Ojalá tengamos salud para vivir el 125.

Maratoniana jornada, como la de Domingo de Ramos. Reencuentro y saludos con cientos de amigos, conocidos y cofrades en general, además de cicerone de cientos y cientos de visitantes desde Madrid a Barcelona, desde Zamora a Toledo, pasando por todas las capitales y pueblos andaluces.

En unas palabras:

Pollinica, dominical y dorada.

Cena, tinánica.

Rescate, popular. 

Consolación, malva claro.

Gitanos, añejo.

Esperanza, derrochadora.

Exaltación, estrenando casa.

Sentencia, evocadora.

Rico, clásico entre los clásicos.

Esperanza en su Gran Amor, emocionante y perchelera por un día.

Buena Muerte, Sobredosis histórica.

Dolores, elegante y musical.

Descendimiento, compartiendo Parque. 

Dolores Coronada, Ella, el trono que sobrecoge. 

Sepulcro, solemne.

Resucitado, nocturno.





jueves, 28 de octubre de 2021

El Parque de Málaga y las procesiones.

 

La imprevista lluvia del Miércoles y Jueves Santo de 2019, los agujeros de la obra del Metro y más tarde la pandemia, cerraron en falso el debate sobre el nuevo recorrido oficial de las procesiones que se estrenaba aquel año. No es cuestión de repetirnos, pero hubo consenso sobre el protagonismo de la Catedral y su doble puerta, aunque con matices sobre el trayecto por el interior de la misma. Todo lo demás creó dudas, unas mejorables de mobiliario y otras estructurales de seguridad y por el trazado enrevesado escogido. Se trata de un círculo muy televisivo, pero poco o nada operativo para la inmensa mayoría que no tenemos ni queremos sillas, incluidos los efectos colaterales, como la pérdida de Carretería o de media Alameda.

En otoño de 2021 la Agrupación propone un recorrido para la tan esperada Magna con motivo del Centenario, condicionado por la pandemia, que aporta nuevos datos sobre los trazados procesionales acotados.  En una situación normal quizá el trayecto sería similar al de procesiones previas como el Mater Dei o la de la Victoria, pero en la búsqueda de espacios amplios aparece un nuevo marco en escena: el Parque de Málaga y los alrededores del Ayuntamiento, y sobre todo, y por primera vez en la historia de la ciudad, las calles Granada y Marqués de Larios, además de la plaza de la Constitución  dejan de ser ámbitos oficiales, algo parecido a lo que ocurrió hace tiempo con la cabalgata de Reyes Magos.

Recuerdo hace unos años un entrañable hermano mayor haciendo bromas sobre la disponibilidad del Parque para las procesiones. Dijo en una mesa redonda, entre risas, que llegaran los tronos hasta la fuente de Torrijos y se diera allí la vuelta, que ahí cabrían muchas sillas. Décadas después, no andaba tan descaminado, sin saberlo.

La Plaza de la Marina tuvo su estreno oficial en 2019 (muy mejorable estéticamente, eso sí), y ahora en el ilusionante proyecto del 30 de octubre aparecen en escena medio kilómetro de la recta del Parque y un posterior callejeo por los alrededores del Consistorio por Av. de Cervantes, Roma, (Jardines de Pedro Luis Alonso, Jardines de Puerta Oscura, Alcazaba), Guillén Sotelo, Travesía Pintor Nogales, Plaza de la Aduana y Cortina del Muelle. Finalmente cambia la calle Roma, secuestrada por aparcamientos privados de los munícipes.

Estas nuevas vías, sólo usadas en parte por el Descendimiento cada Viernes Santo, acercan los cortejos al antiguo ABC del Ayuntamiento, Banco de España y Correos con la continuación de la bóveda arbórea y el reclamo estético de la ladera de la Alcazaba, la Aduana y los prolegómenos del Teatro Romano.  

Por tanto, a los cofrades que tanto nos gusta debatir siempre en positivo, nos aparecen nuevas variables de trabajo. Surge un nuevo escenario que tendrá una prueba práctica el sábado 30, si el tiempo lo permite. Habrá que ver si esta nueva opción podría ser usada anualmente en Semana Santa o si solo es una excepción en tiempos excepcionales, quizá la próxima Semana Santa para acabar con los coletazos del virus. De entrada, y desde un marco teórico se intuyen pros y contras de cambiar de manera definitiva el recorrido de 2019 por el nuevo de otoño de 2021.

 

1.- El recorrido del Parque es más extenso y se aleja más hacia el oeste de la ciudad. Por tanto será un mayor esfuerzo para las comitivas que vienen desde lejos pero por otro lado dará mayor facilidad para el acomodo de las sillas cumpliendo las medidas de seguridad. Tan fácil como medir metros, curvas, etc.

 2.-  Desde el punto de vista de seguridad, al ser casi una línea recta con parte de un regreso en paralelo, genera muchos menos puntos negros y separa claramente la zona oficial de las calles no acotadas, que quedan principalmente al norte y oeste de la ciudad. 

3.- Desde la perspectiva de comercios y restaurantes, libramos calles de los trastornos de la colocación de sillas, tanto de manera directa como indirecta. Así, todo el entorno de Larios, Plaza, Cisneros, Granada, Martínez, Atarazanas, etc. no se vería tan afectado tanto en horario de procesiones como en las mañanas por la acumulación de mobiliario

4.- Desde el punto de vista de movilidad, dejaría expedito el eje Granada-Larios tanto para público como para cortejos en ambos sentidos. Sería una democratización cofrade de la señorial calle Larios para todos los malagueños. Una vía norte sur que desatoraría la ida y venida desde el nuevo recorrido oficial.

5.- Desde la visión de las Estaciones de Penitencia en la Catedral abriría la opción a realizarlas en ambos sentidos, bien entrando o saliendo por Patio de los Naranjos o Postigo de los Abades, según los intereses de cada hermandad o jornada. Además, y quizá más importante aún, las Estaciones en la Catedral pueden librarse en cierta medida de la influencia de la propia zona acotada, volviendo a ser un espacio independiente y con otro tipo de público.

6.- Desde el punto de vista simbólico se incluiría el ayuntamiento en el trazado oficial, con todo lo que conlleva en la organización de protocolos varios. Así el recorrido acotado incluiría los dos edificios principales de la ciudad, como son el  consistorio y la Catedral, y por otro lado, la línea recta con regreso final proporcionaría un sentido de avance de las comitivas, con la sensación de avanzar a dos lugares concretos (una estación civil y otra religiosa) y regresar a las sedes de partida.

7.- Quizá el mayor inconveniente sería cómo podría afectar al Parque, como espacio botánico una masificación de público. Algo parecido vemos cada año con los puestos navideños, las jornadas gastronómicas, etc. Pero en este caso estaríamos ante un reto que quizá obligaría a acotar distintas zonas verdes para no ser invadidas por el público.

En resumen, una gran número de variables que quizá se aclaren en parte en la procesión Magna. Esperemos que sea para bien, para una Semana Santa del segundo cuarto del siglo XXI, segura, abierta al mundo, accesible y televisiva, con una zona oficial al este del centro de la urbe, dejando libre todo el entramado de la almendra para el callejeo de cortejos y público.

Quizá sería volver a la esencia de los suntuosos desfiles procesionales malagueños de los que se hablaba hace un siglo, procesiones de calles amplias donde lucir nuestros tronos únicos y diferentes a los del resto de Andalucía, y como contrapunto el callejeo previo o posterior de los mismos por la almendra urbana y barrios anexos.

De entrada, y a botepronto me quedo con esta nueva propuesta para siempre. 




martes, 19 de octubre de 2021

Respuesta al artículo “Magna desigualdad” de Mar González, coportavoz de Verdes Equo Andalucía en la revista El Observador.

Articulo de Mar González en este enlace: https://revistaelobservador.com/.../16965-una-magna...

Estimada Sra.: Pese a compartir gran parte de lo afirmado su artículo, sobre todo lo concreto a la "parquetematización" del centro de la ciudad, la huida de población del centro, el acoso al ciudadano frente al turista (véase el distinto rasero de la Policía con un malagueño o un guiri en bici) o el maltrato al urbanismo o al patrimonio, y ahí tiene mis habituales críticas al Hotel del Hoyo de Esparteros o “Mamoneo”, o las últimas destrucciones o desapariciones cerámicas en las calles Granada o Mosquera, permítame que discrepe con datos concretos de algunas de sus afirmaciones, en este caso desde mi perspectiva de ciudadano/contribuyente y cofrade de base, uno más de los 80 mil de cuota en Málaga. Por tanto no le respondo en nombre de ninguna entidad o institución.
1.- Afirma Vd. Ingeniosamente, hay que reconocerlo, lo de "magna desigualdad", pese a ser todo lo contrario. Le invito a que eche un vistazo al variopinto pelaje de las cofradías, donde cabe desde un notario a un parado, desde un funcionario a un taxista, desde un famoso actor de Jolivú a un vendedor del rico koki de la Palmilla. O sea, que las cofradías, o sea, la Iglesia, vertebran a la ciudadanía. No es una opinión, es un dato verificable. Por tanto, es "magna igualdad". Patento la idea y regalo los derechos.
2.- Su crítica del uso de recursos públicos (ocupación espacios públicos, limpieza y seguridad) para que unos terceros tengan beneficios es estéril y permítame que le diga que también es demagógica, rozando lo ramplón. Le aclaro su error con varios ejemplos: La típica manifestación del 1º de mayo, o la del 8 de marzo de la mujer, tribuna para lectura de proclamas incluida, es una ocupación similar en base a la expresión de un derecho fundamental. Si los sindicatos o los grupos feministas decidieran poner sillas para ver pasar los lemas de las pancartas o los grupos de batucada sería igual de legítimo, y obviamente también ensucian, genera decibelios, necesitan orden de tráfico y ocupan espacios.
Lo mismo le digo de las pruebas deportivas (maratón, mediamaratón, cuarto y mitad de maratón, (modo broma), carrera de los colores, de la igualdad, de la mujer, de la mascota, día del patín, de la patineta, de la bici, y así un largo etcétera, muchos de ellos promovidos privadamente y que también tienen un beneficio directo o indirecto para terceros, a veces camuflados en solidaridad. Esos también ocupan espacios públicos y generan gastos y supongo que esos no los criticará. Por ejemplo, la puerta de mi urbanización, en Huelin, queda llena de cientos de botellas y vasos de plástico tirados por los suelos, y la salida del garaje está inutilizada durante horas, algo por cierto, que me parece magnífico ya que yo mismo soy participante de esos eventos en ocasiones.
Por lo tanto la única diferencia entre una procesión y una media maratón es que las primeras ponen sillas de pago (muy barato por cierto) porque ofrecen un espectáculo que tiene ese mercado concreto. Por lo demás, todo es igual, aunque haciendo números, la repercusión directa en las arcas municipales es mayor en las procesiones porque el “producto” es más específico, ya que pruebas deportivas se pueden ver en cualquier capital europea desde Malmö a Londres, pero la Virgen de la Paloma con su inigualable retablo andante dorado, sólo procesiona en Málaga (valga la comparación). Los mismos ejemplos valdrían para el Carnaval, el Orgullo Gay, el Orgullo Hetero, el Jalouin, el Festival de Cine, el día del pescaito, el del gazpachuelo, el festival de la tapa o de la media ración, etc. etc.
3.- Con respecto a su afirmación de que las entidades religiosas son las principales beneficiarias de las ayudas por parte del ayuntamiento, por no hablar de sus numerosas exenciones fiscales, es rotundamente falsa. Le insto a que, como representante política que es, acceda a los datos oficiales y compruebe el dinero que de nuestros impuestos se deriva para el Museo Ruso, el Thyssen, el Pompidou, el Festival de Cine, la Feria, las peñas, diversas fundaciones y así un largo etcétera de múltiples mamandurrias.

Es de justicia reconocer la cesión de suelo público para la construcción de casas hermandad, pero tampoco es algo excepcional porque revierte en la calidad del entorno. Daría para un ciclo de conferencias la mejora de calle Frailes o del entorno de El Ejido o del Pasillo de Guimbarda o de Pozos Dulces con las nuevas edificaciones, que generan movimiento de personas, seguridad, comercios, plusvalías, referencias, etc.

Pero es más, la participación ciudadana directa y gratuita en las procesiones está a años luz de la aportación de voluntariado en otros colectivos. O sea, que pocos trabajan gratis en un festival de Cine o en un museo frente al ejército de voluntarios que hay en las cofradías, desde los más jóvenes hasta jubilados, hombres y mujeres obviamente. Voluntarios de todo tipo. desde los que cogen un trapo a los que administran una red social, pasando con los que llevan las cuentas o los que administran un columbario.

4.- Continúa Vd. en el error al intentar crear el mantra de la privatización de las procesiones. Todo lo contrario. Le doy datos concretos para de nuevo sacarla de su error. De las 7 u 8 horas que un cortejo está en la calle, sólo 1 ó 2 está en zona acotada, mucha de la cual tiene espacios posteriores libres para verla de modo gratuito. Si me permite la comparación, en el Festival de Cine, si no paga Vd. o tiene un contacto, no puede ver películas y como mucho estará detrás de una valla para ver pasar a un famosete con los gastos pagados por la alfombra roja. Si un señor se pone a vender kokis junto a los famosetes seguro sería echado por la seguridad del evento porque daría una imagen de precariedad, al contrario que las procesiones que son populares, frente al supuesto glamour cinematográfico.
Además, los previos y posteriores a los procesiones ofrecen el espectáculo gratuito de ir a visitar los museos/casas hermandad de las cofradías, financiadas, mantenidas y vigiladas por los propios cofrades. Le doy un dato: Si un turista ruso llega a Málaga, tendrá que pagar por visitar un importante número de museos, pero entrará gratis a ver los tronos de Estudiantes o Sepulcro, por ejemplo, o sea, que las cofradías aportan una plusvalía al paquete turístico de la ciudad de manera desinteresada. Mejor no le hablo de la aportación cultural de la azulejería devocional en plena calle porque me vendría arriba, y no es plan, pero podemos presumir en Andalucía de estar al nivel de ciudades museo como Florencia y su inigualable Piazza de la Signoría.
Y sigo. Supongo que sabrá que de nuestros impuestos se detrae dinero para actividades deportivas. incluido el fútbol de élite. Pues bien para poder verlos quizá tenga que inscribirse en una plataforma televisiva, mientras que las procesiones regalan la señal televisiva y no cobran por ello ningún tipo de derecho. Así, las cofradías benefician en especial a las cadenas locales de televisión, PTV, 101 TV Canal Málaga, tanto privadas como públicas, y así también a televisiones autonómicas y nacionales, por no hablar de los videos en youtube que echan humo por estas fechas.
Por tanto es un espectáculo gratuito para todo el mundo con una innegable repercusión publicitaria de la ciudad y sus espacios más emblemáticos. Algo parecido, pero pagando, por ejemplo, se hace con las retransmisiones de ciclismo, donde los ayuntamientos, todo hay que decirlo, seguramente pasan por caja para que el comentarista de turno cite el pueblo y se vea una vista aérea del campanario de la iglesia.
5.- Y finalmente, otro error es su intento de asociar sillas con gente pudiente y bordillos de acera con gente popular. Muchos miles somos los malagueños, cofrades o no, que podríamos pagarnos un abono de silla pero no nos interesa estar sentados. Más bien es una opción familiar, de personas mayores y ahora una oferta turística de primer orden, un bien escaso con el que se pueden beneficiar los hoteles si lo gestionan sabiamente con la Agrupación. Es como si llegas a Londres y ves en primera fila el cambio de guardia, pues aquí lo mismo pero con los legionarios el Jueves Santo.
Es más, el precio de una silla o un abono es irrisorio en relación al tiempo de oferta de espectáculo, si lo compara Vd. con lo que vale una entrada de fútbol o basket, que sí o sí tampoco podrá ver por tv de manera gratuita.
En resumen, amiga Mar, pincha Vd. en hueso. Comete un error táctico si se enfrenta a los cofrades. Yo mismo podría ser en un futuro votante suyo por lo que no vea a los cofrades como un enemigo a batir, caña al mono que es de goma, sino que somos Iglesia en salida en el siglo XXI. No tenga miedo ni complejos de hablar cara a cara con los cofrades. Tal vez usted algún día forme parte de una junta de gobierno o de una fila de nazarenos o portadoras, ya que la mujer es avanzadilla en este mundo y no hoy en día sino desde hace décadas.
No se deje engañar por las cifras de lo recaudado por las sillas, irrisoria si lo comparamos con otros gastos de todo tipo. Los cofrades, con nuestros errores y virtudes (que de todo hay) somos una plusvalía para la ciudad, y no solo el 30 de octubre, sino que lo hemos sido durante la pandemia, porque como dice el lema de Caritas, “antes, durante y después de la crisis”.
Amiga Mar, le tiendo la mano, con el guante nazareno y quedo a su disposición para seguir analizando esta apasionante cuestión. Expectante espero su pronta respuesta. Rectificar es de sabios.
Jose Manuel Leiva Pérez