viernes, 9 de julio de 2021

Texto del Pregón Carmen Litoral 2021.

 

¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Vos, que miráis con ojos de particular bondad al que viste vuestro bendito Escapulario, miradme benignamente y cubridme con el manto de vuestra maternal protección. Fortaleced mi flaqueza con vuestro poder, iluminad las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría, aumentad en mí la fe, la esperanza y la caridad. Adornad mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de vuestro divino Hijo y de Vos. Asistidme en vida, consoladme cuando muera con vuestra amabilísima presencia, y presentadme ante la Trinidad como hijo y siervo devoto vuestro, para alabaros eternamente y bendeciros en el Paraíso. Amén.




 

Como decíamos ayer, (parafraseando a Fray Luis de León o a Miguel de Unamuno), como decíamos el pasado Viernes de Dolores de 2020, mi buen amigo Antonio me pedía que fuese el pregonero de la Virgen del Carmen del Litoral. Luego, ni hubo pregón, ni hubo procesión, ni casi hubo un verano al uso, pero más que nunca hubo rezos y oraciones a la Virgen del Carmen, que por cierto falta nos hacía y nos hace a todos.

Ya con el atisbo de esperanza de este 2021, pero aún con nubarrones en el horizonte, aquí estamos, en la casa de Dios, en el Divino Templo del Salvador, en el Oeste de Málaga, ya casi lindando con el río Guadalhorce, en la Málaga moderna, con sus edificios de tiralíneas, la Málaga donde vive la gente, la Málaga donde la Iglesia, esta Iglesia (con mayúsculas) es una avanzadilla de evangelización entre tantas familias que habitan este entorno, y a las que hay dar testimonio de Jesús Resucitado y de su bendita Madre.

Saludo a todos los presentes, doy las gracias a mi presentador, y ante todo al párroco de este templo, Miguel Ángel Criado, amigo de mi familia, profesor en las Escuelas de Teología, al que le pido la venia para de manera sencilla y humilde presentar este cartel y reflexionar brevemente sobre la devoción a la Virgen del Carmen en Málaga.

Antes de nada, porque así lo marca el protocolo, vamos a presentar el cuadro anunciador de los Cultos a la Virgen del Carmen del Litoral 2021. Por tanto, invito a que suban el presidente del grupo de devotos y el autor de la obra para que lo descubran.

El cuadro se ha hecho rogar. Hasta hoy mismo no he podido verlo. Pero creo que la espera ha valido la pena. Una obra pictórica del joven Francisco Miguel Navarro, pintor, cofrade, vestidor de imágenes y albacea. Su vinculación a cofradías es diverso, tanto en corporaciones de Pasión como de Gloria. Así es hermano de Remedios de los Mártires, Carmen del Perchel, Esperanza, Monte Calvario y Humildad y Paciencia (tendrás un presupuesto para cuotas de hermanos).

Además es vestidor de la virgen de Dolores y Esperanza, Carmen Doloroso, Socorro de Cártama Estación, Carmen de Porticate y del Convento de San José; y Paz y Esperanza de Marbella.

Asimismo es albacea de los Remedios de Málaga.

Entre sus obras destaca los carteles de Flores de Álora, Esperanza y Refugio en 2019, o la orla de cultos del Carmen del Litoral. 

                              




Al principio hablaba de la brevedad. Los actos cofrades deben ser rápidos y dinámicos, más aún hoy en día, con una pandemia que aún no se ha superado, con un virus que se expande como las volutas de incienso, en pleno mes de julio y para colmo, yo aquí  ataviado con un caluroso traje de chaqueta.

Menos mal Antonio, que cambiamos la fecha ya que si hubiese sido el pasado viernes, quizá más que a mí, habríamos jaleado la tanda de penaltis contra Suiza. De otras tandas, mejor no acordarnos.

Brevedad y concisión, como el cortejo del Carmen del Litoral que me topé por calle Jalón el pasado mes de julio de 2019, camino de encerrarse por primera vez en este mismo templo, hace ahora 2 años.  

Ya sabes, Antonio, que puse un único requisito para dar este pregón, y ése fue que el acto tuviera lugar en la iglesia, donde debe ser, ya que así es un acto cultural en un ambiente religioso o viceversa. Además, un pregón debe ser continuación de una eucaristía, ya que todo está enmarcado en un mismo contexto.

 

Yo voy de Carmen en Carmen, saltando o pasando las cuentas de un rosario en una ciudad mariana, marinera y carmelita por antonomasia. En 2019 presenté el cartel del Carmen de Huelin, el Carmen de mi barrio, el que pasa por debajo de mi balcón, con el fondo sonoro de las campanas de la iglesia de  San Patricio que se oyen desde mi casa los días que sopla el Poniente.

Carmen de Huelin a la que tengo una especial devoción y a la que ayudé a reconstruir el mosaico atacado y roto por dos veces en el paseo marítimo, todo un símbolo de la persecución que sufrimos los cristianos en muchos rincones del mundo, aún en pleno siglo XXI.

Málaga carmelita, en la calle Ancha del quijotesco Perchel; en Huelin o el Palo; desde Pedregalejo a la Colonia Santa Inés; por Campanillas o en la iglesia de los Mártires; por el barrio de La Luz o en  la Junta de Caminos; en la barriada de San Andrés o en la lejana Olías; allá por la Palma o sumergida por los Submarinistas; Carmen de Guadalmar o la de aquí al lado de Sacaba Beach,  y así un largo etcétera por toda la costa de la provincia desde Cala el Rincón o Torre del Mar hasta la Carihuela, Fuengirola, Marbella o Estepona.

Pero en esta franja litoral faltaban por bendecir las aguas del último tramo de rebalaje, el del litoral de San Patricio, donde la tercera chimenea, que antes incluía un reclamo de paz “No a la Guerra” afortunadamente ya borrado.  (y digo que afortunadamente no porque esté en contra de la paz, sino porque no me gustan las pintadas en los monumentos)




Una Málaga que sigue creciendo y transformándose con sus luces y sus sombras, y donde la Iglesia tiene el reto de dar cobertura a un increíble incremento poblacional, al igual que ocurre en la zona de Teatinos, tierra adentro. Me imagino que los catequistas de comunión por estos lares harán horas extras. Toda una alegría, por cierto.

Por aquí cerca, las Playas de San Patricio, donde de pequeño, hace casi medio siglo iba con mis padres a bañarnos, aparcando el coche en un cañizo gigante, rodeado de fábricas, carriles de tierra, almacenes y el Garage de Grúas Cabeza, justo al lado del merendero El Tarifeño (como se llamaban antes los chiringuitos). Playa donde hacía castillos de arena y donde sin darme cuenta jugaba con una niña que 2 décadas después sería mi esposa. Son las Providencias de la vida.

Los más jóvenes de lugar no lo habrán conocido, pero en la playa de la térmica había una salida de agua caliente que enfriaba los motores de la fábrica. Creo que era la única playa de España con agua fría y caliente.

¿Y sabéis amigo del Carmen del Litoral? Tenéis una gran suerte, pero sobre todo se os presenta un gran reto por delante. Creo que aún no sois ni grupo parroquial ni menos aún hermandad, pero tenéis el reto, digo, de expandir la devoción a la Estrella de los Mares por este entorno, aún sin claras referencias religiosas con proyección a la vía pública.

Y digo que tenéis la gran suerte de contar con una advocación única y original, Virgen del Carmen del Litoral, como una frontera entre lo terrestre y lo marino. Originalidad para un entorno virgen, nunca mejor dicho desde el punto de vista cofrade, contando para ello con una imagen de la Virgen María de tamaño académico pero de gran calidad artística.

Sin duda tenéis todos los cimientos para implantar una importante devoción, hecho que se verificará en el día a día, sin prisa pero sin pausa, guiados de la mano de la Iglesia, que es Madre y maestra con estos fenómenos de religiosidad popular.

Y recordad: No sois un producto cultural, ni una peña recreativa, ni un perfil de tuitter, ni un hecho antropológico o castizo.

Sois mucho más que una tradición, una Salve marinera o el fotogénico embarque de una Virgen en la playa.

Más que todo eso, sois Iglesia peregrina, quizá el único referente religioso en una sociedad que cada vez vive más de espaldas a Dios.




Sois como esos dominicos que iban en los barcos hacia las Américas, evangelizando con sus Palabra, sus hechos, su corazón y la devoción en este caso de la Virgen del Rosario, tan marinera como la del Carmen, o incluso más.

Insisto en la brevedad, y no voy a extenderme en un pregón poético, ni en un discurso erudito.

No voy a adornarme con alusiones al Monte Carmelo ni a Simón Stock, el monje inglés al que según la tradición la Virgen del Carmen entregó el escapulario.   

No voy a aburriros con referencias históricas a las devociones carmelitas malacitanas.

No voy a hablar de la vestimenta de marengos, de tirar del copo o de las jábegas y los jabegotes que veo entrenar desde mi terraza.

No voy a usar al enigmático ojo de la jábega como nexo con la cultura fenicia malacitana.

No vamos a irnos mentalmente al mes de noviembre, acordándonos de las Almas del Purgatorio o como la Virgen del Carmen es Mediadora entre la humanidad y Su Hijo Jesucristo.

No es el momento. Solo quiero que todos vosotros, pero sobre todo los miembros del grupo parroquial se queden con 3 ideas principales.

PRIMERO.- Sed Iglesia en el día a día. Me consta que estáis en ello. Sin prisa pero sin pausa, a pasito corto llegará el día en que la Virgen esté al culto en una iglesia y seáis un grupo parroquial o hermandad más del mismo, con el compromiso que ello conlleva.

Insisto, sin prisas pero sin pausa, ya que la impaciencia de la juventud es mala consejera. Oíd las voces sabias, expertas y amigas. La vida no es un tuit ni una foto en instagram.  La vida es conocer a los devotos y feligreses que seguro irán creciendo con los años, por sus nombres y apellidos, conocer sus inquietudes y sus necesidades.

La vida es el precepto dominical vivido en comunidad y frecuentar los sacramentos. De lo contrario vestirse de marengo será más un disfraz que un revestimiento casi litúrgico de la fe de la extinta profesión de pescadores, y cómo se jugaban la vida día tras día en el mar.

 

La SEGUNDA idea que os trasmito es el trípode cofrade ( y no me refiero a los fotográficos) del culto, la formación y la labor social que debe tener toda hermandad, de Pasión, de Gloria o Sacramental. Las tres patas de este artilugio tienen el mismo valor y son complementarias.

 

3.- Y como TERCERA Y última idea, y voy terminando, es que desarrolléis las diversas facetas cultuales de la Virgen del Carmen. No todo empieza y termina en el tórrido mes de Julio ataviados de marengos y quemándoos los pies con el asfalto medio derretido por el sol.

 Las hermandades de Gloria, y muchas no lo hacen como es debido, necesitan vivir el calendario litúrgico de fiestas marianas, desde el Adviento a la Navidad; cuando la Candelaria o en el mes de mayo; y siempre con el eje central del Triduo Sacro con la Vigilia Pascual en Semana Santa.




Recordad que aunque el protagonismo lo tiene María, ella sostiene en sus benditos brazos al Hijo de Dios, que morirá por todos nosotros para el perdón de los pecados. Así, Ella ahora lo acoge y acuna en sus brazos, e igualmente lo hará 3 décadas después al pie de la Cruz.

Y en especial están vinculadas con la devoción carmelita dos páginas del calendario como son Julio y Noviembre. Ambas, como contrapunto estético y emocional desde el punto de vista cofrade, entre los que debe pivotar la veneración a la Virgen del Carmen. El ejemplo del barrio del Perchel es un modelo a imitar, cuando la Virgen parece que sonríe en verano y solloza finalizando el otoño.

No me extiendo más. El cartel empieza a correr por las redes sociales como las olas que rompen en el espigón de la térmica y se expanden en espuma hasta la orilla.

Prometí ser breve y creo que lo he conseguido.

Muchas gracias a todos y … ¡ Viva la Virgen del Carmen!

 

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