Entrecortada silueta bajo el trono porque la cera va iluminando al pasar y el hombre de trono que encorvao la va llevando rogando a Dios un poco más de fuerza que ya se le va.
Grita fuerte, dile que no puedes más, que tu quieres llevarla hasta su portal, Nuestra Madre a la que nunca jamás has de abandonar.
Un sudor frío que le recorre la frente, un hombro herío por el peso de su Amor, acompañao de los rezos de la gente bajo el crujir del cajillo una parada se anunció.
Unos faldones que se abren lentamente, agua le ofrecen a su ardiente devoción, vuelve a su sitio cansao y sonriente, tres golpes se dejan caer, "oido campana"
Portador, si tus fuerzas ves fallar, clama al Cielo que allí mirándote está ese Hijo de la que meciendo vas sobre el varal.
Grita fuerte, dile que no puedes más, que tu quieres llevarla hasta su portal, Nuestra Madre a la que nunca jamás has de abandonar.
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