viernes, 14 de julio de 2017

Málaga, parque temático turístico kitsch, capítulo 34. El efecto fachada de la Catedral.

Nos contaba el catedrático  de la UMA, Juan Antonio Sánchez López, en uno de los curso de guía turístico de la Catedral, organizados por la Diócesis de Málaga, cómo las fachadas de algunos edificios singulares pueden generar un impacto emotivo en las personas que se los topan de improviso. Es el llamado efecto fachada, muy propio del Barroco, y en Málaga tenemos un claro ejemplo cuando accedemos a la plaza del Obispo desde la calle Fresca. Así, tras el entramado de callejas surge impactante la fachada del primer templo de la ciudad, todo un discurso narrativo en sus tondos pétreos, circunstancia ante la que nadie puede quedar indiferente.

Pues bien, la plaza del Obispo, ha perdido toda su esencia de lugar de encuentro o paseo, convirtiéndose en una terraza de bar gigante, donde algunos mamotretos, como los de la foto, rompen el efecto fachada de manera brutal.

Así, destruir o minorar el efecto fachada es igual que destruir la propia fachada, ya que ésta tiene una proyección externa que supera el ámbito del propio edificio.

ESPEREMOS QUE SEMEJANTE BODRIO, PANEL DE PRECIOS DE CONSUMICIONES, ( O MÁS BIEN, "CON SUS MICCIONES") SE RETIRE DE INMEDIATO AL IGUAL QUE LA CATETADA DE LOS ROTULITOS CON LAS DISTANCIAS KILOMÉTRICAS.




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