Esta mañana he estado hablando con directivos de la hermandad, devotos y vecinos en general, y todos llegamos a la misma conclusión. El mosaico no le hace daño a nadie, al contrario es consuelo para muchas personas que se paran y le rezan. Por tanto atacar el mural es como si atacaras a un perro lazarillo que guía a un invidente.
Además, romper este mosaico es atentar contra la tradición, la cultura y el turismo de un barrio centenario. Al atacar el arte y el turismo del barrio atacas a todos los comerciantes de Huelin. Es romperle la cara a generaciones de vecinos de Huelin, que han sido o son pescadores, operarios de las múltiples fábricas que había en el entorno o son actuales residentes, en un barrio acogedor que recibe a gente de toda España. Por tanto, individuo rompemosaicos, estás sólo frente a una multitud a la que no respetas, como en la Alemania Nazi donde molestaban los símbolos de algunos conciudadanos y mira cómo acabó todo.
La persona que hace esto tiene bien un problema mental o bien está llena de odio, o incluso las dos cosas juntas. Además es un inculto porque está atacando una obra de arte.
Y ya sabe, no nos vamos a aburrir. Este ataque incrementa la devoción en la Virgen, y hoy mismo ya vamos a contactar con el ceramista Patricio Zabala para rehacer los azulejos rotos.
Si el individuo rompeazulejos lee esto, le digo que no nos cansamos, y sobre todo y quizá mal que le pese, todos rezamos por él, porque es un alma atormentada que ataca al más débil, a una Madre con su Hijo en la soledad de la noche. La próxima vez que te dé un ataque de ira, date cabezazos con una farola.