sábado, 1 de diciembre de 2018

Dudas sobre el nuevo RO y las Estaciones en la Catedral.

Poco a poco se van aclarando algunas cuestiones, a cuentagotas eso sí. Una de las principales incertidumbres es cómo quedarán, qué modelo seguirán las Estaciones de Penitencia en la Catedral de Málaga, caso de que se autorice el uso de la segunda puerta y la colocación de la rampa en Postigo de los Abades.

A saber, este es el principal escollo, ya que al ser la Catedral y su entorno un BIC, un Bien de Interés Cultural, cualquier actuación, por mínima que sea, necesita el visto bueno de los técnicos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía,  y la firma posterior del político de turno (ahora metidos en pleno proceso electoral y luego postelectoral) y todo ello está supeditado a la presentación de recursos y alegaciones por parte de los ciudadanos. Y a día de hoy consta la presentación de más de un centenar de escritos de alegaciones, tanto firmados por cofrades como por no cofrades, incluso por personas y colectivos no empadronadas en Málaga capital.

Los cofrades siempre cometemos el error, yo el primero, de creernos el centro del mundo, y no es así ni mucho menos. La Catedral es de todos los ciudadanos, de todos los contribuyentes, creyentes y no creyentes, es un monumento público de propiedad de la Iglesia cuya más mínima actuación debe estar supeditada a todos los plazos legales, y me da que en esto del nuevo RO se va con muchas prisas desde el 2 de agosto. Por tanto, la pelota no está en el tejado de la Junta, ni mucho menos. Los técnicos y los políticos están obligados a actuar con sus ritmos y en el marco legal que todos nos hemos dado. Si no, se corre el riesgo de que la cosa vaya a más y alguien presente una denuncia por prevaricación. Y me da que no hay un plan B, si la Junta dice que no o se atrasa en la respuesta.

La rampa es un añadido no solo físico que obliga a desmontar una reja, sino que genera, asimismo, un impacto visual espantoso. A ello hay que unirle el culebrón de la decena de naranjos que estarían condenados a ser cortados (si quieren podemos usar el eufemismo trasladados o sustituidos) por unos meceteros, que ni darán sombra, ni  embriagarán la calle a azahar en primavera y que terminarán siendo ceniceros gigantes. Está claro que cortar esos árboles es un contrasentido, que contradecería (valga el juego de palabras) a lo que dijo el Alcalde.



Postigo de los Abades es hoy en día una gran pista de patinaje, que resbala en invierno y genera mucho calor en verano por el reflejo de su solería. Sería muy fuerte sacrificar para toda la vida no tener unos naranjos frondosos, al modo de los que hay en la cercana Cortina del Muelle.

Otra historia es, claro está, la propia Estación de Penitencia. A partir de ahora empiezo a escribirla en minúsculas ya que me permito afirmar que de las Estaciones de 2018 pasamos a las estaciones (con minúsculas) de 2019, o lo que es lo mismo El Año O. Y me explico.

Una Estación de Penitencia es la visita corporativa de una hermandad, constituida como cofradía de nazarenos, que se dirige desde su sede al templo principal de una localidad, como la Catedral, una Basílica, etc. En ello hay un símbolo de unidad, desde la cruz guía hasta el último portador del trono de la Virgen (los músicos se suelen quedar fuera). Y aquí encontramos el primer elemento chirriante. Hasta 2018 toda la comitiva penitencial hacía Estación conjunta. Todos entran y todos salen de manera conjunta, con el uso de una sola puerta. Ahora con dos puertas, puede ocurrir, y casi seguro que ocurrirá, que una parte de la cofradía esté saliendo por el patio de los Naranjos, otra parte esté dentro de la Catedral y otra parte esté en el Postigo de los Abades.

¿Se imaginan una boda en la que llega primero la novia, empieza la celebración, luego llega el novio, sigue la celebración pero se va la novia y parte de los invitados porque no hay espacio, muchos ruidos y prisas? ¿Absurdo? Pues sí. Así será una Estación por el camino más corto en la Catedral entre puerta y puerta.

Se comenta, y hay mucha rumorología, que el trayecto por el interior de la Catedral está sin definir (además hay excepciones como la Monumento del Jueves Santo o la Adoración de la Cruz del Viernes). Pero se habla de un recorrido lo más corto posible de Domingo a Miércoles de puerta a puerta, que convierte a la Catedral en una mera calle o vía de escape tras el RO, con el sinsentido de que la comitiva no pase ni se pueda postrar ante la capilla del Sagrario sito en la girola de la Catedral, como viene siendo tradicional.

Pero suma y sigue. Si se opta por el recorrido corto, la posibilidad de una buena visión para el público que entra de fuera se reduce considerablemente, más bien exponencialmente. Estaríamos de nuevo ante un efecto colateral devastador. Si se cruza la vía sacra, hay que levantar la mayoría o todos los bancos que miran al altar mayor, donde ahora se alberga gran cantidad de público, y además no habría gente con buena visión en la girola. Por tanto, la visión de calidad se reduciría en más de un 75 %. La gente quizá podría verlo de lejos, de refilón y de pasada.

Y hay más. El que estén las dos puertas abiertas va a generar dos nuevos impactos negativos: el sonoro y el lumínico.  Se pierde totalmente el intimismo de las Estaciones (con mayúsculas) donde hasta se cerraban las puertas del Patio de los Naranjos cuando entraba el trono de la Virgen, para una buena audición de las lecturas, rezos, coros o del órgano. De la calle entrará el murmullo del público que se apostará al final del RO, viendo el espectáculo de la rampa y el público que haya en el Patio de los Naranjos esperando la salida de un cortejo que lleva casi 3 horas sin poder haber visto bien. A ello súmenle los decibelios de las bandas que recogerán los tronos en el Patio de los Naranjos o el sonido que vendrá del Postigo. En resumen, una auténtico caos sonoro de todo tipo que va en contra del recogimiento que necesita el lugar.



Luego el tema de la luz solar, los reflejos y las corrientes de aire que según las horas van en contra del recogimiento del templo.

Y sigo. Colocar la Catedral al final del RO puede generar problemas añadidos que antes no existían. Hasta 2018 el RO era una historia y la Catedral, otra. Eran dos realidad complementarias pero independientes. Ahora no. La Catedral se "contamina" del efecto RO y sobre todo va a ser víctima de la imposibilidad de ver las procesiones con tranquilidad desde 3 horas antes en la zona del río.  El colapso de público se antoja de órdago.

Vean un ejemplo de los nuevos problemas que surgen. Por ejemplo Dolores del Puente va seguida por Cautivo el Lunes. Dolores entra en la Catedral y Cautivo no. Así Dolores tendrá que hacer una estación (con minúsculas) celérica ya que no puede parar a Cautivo. No podrá recrearse en el primer templo, no podrá dar la vuelta por la girola o incluso el trascoro (si alguna vez se lo autorizan). Todo deberá ser deprisa y corriendo, ya que tendrá que salir por los Naranjos, que se incorpore la banda tras la Virgen en el Gálvez, donde estará parada la cruz-guía del Cautivo en un tapón impresionante de público. Mejor busquen otros espacios a esa hora.

Por tanto, y como conclusión, en base a datos y algunos rumores sin confirmar, la estación con 2 puertas en este formato de final del RO y por el camino más corto dentro del templo va en contra del sentido penitencial, de la unidad del cortejo, es más ruidosa, acelerada y con menos público. En resumen, una pesadilla.  Ojala me confunda y me tenga que desdecir de todo esto.

Por cierto, que en 2018 Dolores de San Juan entraba en la Catedral sobre las 9. Este año se adelante a las 8.30 la entrada de la primera. Esto afecta al viacrucis del Mutilado. ¿Alguien puede confirmarlo?

Además, visto que se puede jugar al Monopoly y cambiar los puestos de paso por el RO (véase el caso de Zamarrilla) el problema de que haya una sola puerta se soluciona intercalando una hermandad catedralicia con otra que no lo sea.  Todo esto sería posible en el Año O.  Además, se ha comprobado que no hay un interés o un deseo latente por hacer Estación. Sólo unas pocas se han unido a esta novedad, habiendo otras que aun pudiéndolo hacer por el tamaño de sus tronos no han optado por ello.

Málaga, tiene una identidad definida: Que unas hermandades hacen Estación (con mayúsculas) y otras no. Ahora, creo que será en minúsculas.

To be continued.

Jose Manuel Leiva Pérez 

2 comentarios:

  1. Creo que le despropósito de la nueva EP es para poder dar salida a los nuevos cambios efectuados por la Agrupación. Estos cambios efectuados por la organización, creo que no han sido bien estudiados y les está estallando en la cara a los promotores. A todo lo expuesto por usted, hay que agregar el estropicio con la distribución de las personas, que no sillas. A estas las pueden mover a su antojo; a las personas, NO

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  2. José Manuel, tu reflexión es muy buena. Yo soy de Córdoba y puedo decir que primeramente se resolvió sustituir una celosía por una puerta, y luego se hizo la nueva carrera oficial. Creo que un error cometido en Málaga (con respeto) es haber aprobado horarios, recorridos y cuadrantes cuando se da el caso de que lo de esta reja NO estaba aprobado: creo y me temo que se ha corrido mucho... / Sobre el tema acústico, se puede estudiar: ¿Han visitado Ustedes nuestra mezquita?: se optó porque en el patio de los naranjos hubiera granadera, pues hay que tener en cuenta que entre una puerta de entrda y la puerta de salida hay cuatro naves; el follón o ruido de bandas se ha podido resolver, pero e ahí: las cosas hay que hacerlas despacito, con todos los papeles en la mesa, y las metas bien alcanzadas. Sea como sea, y como amante de vuestra Semana Santa, os deseo de corazón mucha suerte en los asuntos y ojalá que de verdad se puedan resolver y llevar por buen puerto

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