El Resucitado de Capuz y su grupo escultórico.

Una de las sorpresas de la visita a la exposición Huellas, que se puede visitar en el Palacio Episcopal, es el montaje del Resucitado con su grupo escultórico original, así como fue concebido en su momento. Se comprende perfectamente cómo existe una interrelación entre lo terrenal y lo divino entre la terna de tallas, y cómo el Señor incide en su aspecto celestial en comparación con los soldados, uno dormido y otro en ademán de asombro.

Está claro que el conjunto es una obra de arte fundamental en la imaginería malagueña del siglo XX, y como tal deben de disfrutarlo las generaciones venideras, y no solo en una exposición temporal.

De ahí, creo que hay que reflexionar sobre la idoneidad de que las imágenes secundarias sean incluidas en el trono diseñado de Fernando Prini, sí o sí, lo contrario sería un atentado a la historia, a la catequesis de la Resurrección y a la memoria de Capuz. Seguro que el diseño puede adaptarse a estas incorporaciones.

Ahora que va a a haber debate electoral con dos candidatos, seguro que es un tema del que gustaría oir ambas opiniones, que aunque la inmensa mayoría de los cofrades no tendremos derecho a voto, seguro que es un  debate de los que gustan.