Estamos ante un ejemplo más de la globalización que vive el mundo, en este caso desde una manera positiva, con naturalidad y sentido participativo. Y como de todo se aprende, hay que ver cómo los bolivianos tratan su bandera nacional sin ningún tipo de complejo, envolviendo a su Patrona en la insignia nacional, en contraste con España, en que muchos sólo se atreven a lucirla como referencia deportiva. Hasta hubo una fusión de ambas en anverso y reverso, como ven en la foto.
A preguntas a los responsables del altar, me confirmaron que la Virgen se venera en un domicilio particular. Sería buena idea que una réplica pudiese estar al culto en alguna iglesia de Málaga. Tal vez la de Santo Tomás de Aquino sería una buena opción, por su cercanía al llano de Martiricos, y sobre todo porque recientemente ha acogido a otros grupos cofrades, como Medinaceli y Tránsito. Ahí queda la iniciativa, y que cunda le ejemplo como con otras devociones hispanoamericanas, que siempre aportan un punto de originalidad y colorido que enriquece el barroco en que andamos sumergidos.Ya existe un antecedente en la parroquia de San Juan, con la patrona paraguaya, la Virgen de Caacupé, y con ello se recuperan tradiciones de colectivos que aportan sus devociones, antiguamente de localidades cordobesas, como Cabra, Lucena.
Por desgracia, pocos malagueños nos congregamos en este histórico acontecimiento. Comentábamos medio en broma, que si la Virgencita hubiese sido llevada en un pasito de costero a costero igual habría congregado al frikismo local. Pero hubo varales, como Dios manda en Málaga .. y en Bolivia.