La parroquia del Santo Ángel de Málaga es, que se sepa, la única con dos grupos parroquiales en su sede, ambos curiosamente de reciente incorporación. Ayer procesionó la virgen de Lágrimas del Carmen. De manera somera paso a enumerar algunas luces y sombras, como crítica constructiva:
LUCES
1.- Cortejo escueto pero ordenado de nazarenos. No se quitaron el capirote hasta que la procesión terminó, ya dentro de la iglesia. Pocas deserciones.
2.- Trono lleno, quizá excesivamente, de hombres y mujeres, bien llevado y gestionado. Se levantó a pulso una sola vez en el encierro.
3.- Recorrido lógico que apenas se sale de la feligresía, procesionando por entornos novedosos como la zona del Bulto y Parque de Huelin.
4.- Buena actuación de la banda Municipal del Rincón de la Victoria.
5.- Horario y fecha que va consolidándose sin ninguna otra competencia procesional en esa franja horaria.
6.- La Virgen exornada de manera elegante.
7.- Presencia del párroco en el cortejo.
8.- Cada año más asistencia de público.
SOMBRAS
1.- Abuso de representaciones de enchaquetados con bastones, lo que hace que la figura del nazareno pierda la esencia de ir alumbrando al trono. Las vísperas deben asumir que no hay que rellenar los cortejos con invitados.
2.- Continuos alaridos que de manera innecesaria salían del submarino del trono. Entre lo elegante de una voz de mando a lo ridículo de continuas voces hay una línea muy delgada.
En resumen, toca ir creciendo poco a poco en número y calidad de enseres, para superar las procesiones tronocéntricas, y el tiempo dirá cómo conviven dos grupos parroquiales en un mismo templo.