Una nueva pesadilla del turismo cutre y masificado son las caravanas de bicicletas o següeis por calles peatonales. Estas iniciativas son en muchas ocasiones un peligro para los viandantes, en especial en horas de comercio ya que el grupo de turistas intenta ir pegado y el espacio en algunas calles peatonales es el que es. Así, de pronto si 15 bicicletas aparecen bajando calle Nueva, aumentan las posibilidades de accidentes, especialmente a personas más vulnerables como ancianos, niños o a mascotas.
Por tanto sugiero que el ayuntamiento prohiba estos grupos de ciclistas organizados en horarios específicos y de manera tajante en calles como Larios, Nueva, Compañía, Santa María, Císter, etc. En Sevilla hay hasta señales específicas para las bicicletas en ciertas calles. Una cuestión es un ciclista puntual y otro un tour de Francia bajando por calle Compañía.
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