Botijero
domingo, 8 de noviembre de 2015
Un espanto arquitectónico en calle Refino.
La pérdida de los balcones tradicionales genera en los nuevos edificios un aspecto aséptico e impersonal, que contrasta con la belleza de las casas antiguas, con cristal, herrería y canaletas para el agua. Sin duda, un espanto arquitectónico.
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