La zona de calle Ollerías es descubierta por muchos malagueños cada Semana Santa. Sus callejas están llenas de contrastes entre edificios modernos, casas antiguas y auténticas ruinas y solares. Las pintadas, como no, campan a sus anchas. Aquí vemos una, que pareciera pensada para el paso del trono de la Virgen de Consolación y Lágrimas. Vive y la Queremos. Qué gran verdad.
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