La parte antigua de Torremolinos, y en especial su barrio del Calvario, nos ofrece algunas casas antiguas en las que podemos toparnos con retablos cerámicos de calidad. Es el gran contraste de esta localidad, con miles de plazas hoteleras junto a rincones andaluces de aire añejo. En la calle Pez Dorado se sitúa una vivienda unifamiliar de dos plantas que es presidida por un mosaico de la Patrona de Málaga, Santa María de la Victoria. Hay que recordar que Torremolinos antes que pueblo fue barriada de Málaga de ahí que existan referencias al patronazgo mariano. La pieza cerámica es de notable calidad, firmada por los prolíficos hornos de Ramos Rejano, con una orla celeste que resalta los fondos magenta y el rostro ensimismado de Santa María.
Pero por desgracia, semejante obra de arte se ve encorsetada y casi oculta por una estructura metálica pintada en un horroroso verde forja antióxido, que casi la parte en dos, y que se nos antoja de difícil solución. Para más inri, la Patrona está iluminada de manera zafia por una prosaica bombilla a la que le haría falta un repaso de bayeta, y sobre todo un cable blanco que la electrocuta y la ahorca de manera simbólica. Por fortuna el rostro de la Virgen queda visible, no así el del Niño, que parece estirar su cuello para otear el horizonte. Siendo optimistas, hay que agradecer que la instalación metálica no haya destruido la pieza, aunque visto el resultado no se sabe qué es peor.
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